LA CRÓNICA DE OLIVENZA

Frío dentro y fuera de la plaza


viernes 3 marzo, 2017

El mal tiempo presidió una apertura con una oreja por barba para Pablo Aguado y Toñete

El mal tiempo presidió una apertura con una oreja por barba para Pablo Aguado y Toñete

SANTIAGO ROMÁN / FOTOGALERÍA: JOAO SILVA

 

Con
un tercio de entrada y tiempo de frío invernal y amenaza de lluvia ha empezado el abono
oliventino, con media hora de retraso por el aguacero caído. Tres jóvenes
aspirantes a ser alguien en el mundo taurino, encabezado por quien está llamado
a estar en los primeros puesto este año en el escalafón novilleril para
terminar doctorándose en su Sevilla natal en la feria de San Miguel. Nos
referimos a Pablo Aguado (hace dos años debutó en este mismo escenario), que en
la tarde de hoy lanceó al primero, de El Parralejo, a la verónica antes de ser
mal picado. Tras este se fue al suelo. No pudo demostrar nada el novillero por
cuanto el novillo carecía de ganas, clase y fuerza. Que a la postre fue la
tónica general de todo el festejo. Brevemente,
na´ de na´ y si hubiera acortado tampoco hubiera pasado nada. El público
generoso agradeció las intenciones del joven. Al cuarto lo recibió a porta
gayola para continuar con bellas verónicas. Su faena se puede considerar que
tuvo dos partes, una primera en la que empezaba a dar el pico de muleta al
astado para poco a poco ir enroscándolo, en donde tenía que rectificar de
posición, y una segunda bastante mejor, más en torero, sobre todo con la
diestra y que le sirvió para cortar una oreja. Con ganas me quedo de ver el
toreo de este sevillano en plazas de más enjundia y novillos mejores hecho y
con más de todo.

El
mexicano Leo Valadez no pudo refrendar el éxito cosechado el año pasado en este
mismo coso. Viene de triunfar en Íscar y próximamente tiene los importantes
compromisos de Valencia y Madrid, al igual que con su compañero, a este también
habrá que verle embarcado en otras empresas. Le tocó apechugar con un inválido que
hizo de segundo y que el presidente pudo y debió haberlo cambiado. Eso
condicionó la labor del novillero que llevó a «Caneco” a media altura, sin
brusquedad, sin permitir la más mínima obligación. Llegó a ser prendido sin
consecuencias rematándolo con bernardinas. Mal con el acero y obtuvo silencio.
El quinto, cómodo de cabeza, atisbaba algo bueno de salida, quedándose en eso,
un atisbo. Anduvo acelerado en el saludo capotero y le instrumentó un quite por
lopecinas con la revolera de remate. El inicio muleteril a base de derechazos
rodillas en tierra. Su disposición y ganas se quedaron en agua de borrajas por
la poca colaboración de su oponente.

No
lleva todavía un año con picadores el madrileño «Toñete” y se nota por
momentos. Aun con todo anduvo mejor que el resto de la terna. El recibimiento a
su primero fue como la tarde, fría. Quiso iniciar por estatuarios pero al
segundo viaje le propinó una voltereta. Media faena tuvo, resultando digna, más
que nada por los derechazos. Haciéndole bien las cosas y llevándolo con
suavidad por bajo. Tras una entera algo contraria recogió un apéndice. Con el
último se notó su bisoñez, con enganchones constante, ligeramente atropellado.
Debe depurar más la colocación. A pesar de ello sacó algún estimable derechazo
de un animal venido a menos, como todos sus hermanos.

El
ganado no ha estado acorde a la categoría que se le supone tiene ahora la plaza
oliventina, ni en porte ni en comportamiento. Máxime cuando hoy el público
necesitaba, más que nunca, que se le calentaran las manos con aplausos.

FICHA DEL FESTEJO

Plaza de toros de Olivenza. Primera de la Feria del Toro.
Novillada con picadores. Un tercio de entrada. 

Seis novillos de El
Parralejo.

Pablo Aguado, ovación y oreja. 

Leo Valadez, silencio y silencio. 

Toñete, oreja y silencio.