LUCAS MORALES
La tercera de su Feria taurina acogía esta tarde la plaza de
toros de La Macarena de Medellín. Una novillada con picadores con el hierro de
El Manzanal hacía acto de presencia para los jóvenes Juan Gómez
«Dinastía”, Jesús Enrique Colombo y Sebastián Caqueza.
Codicioso era el primer novillo, humillando, con mejor pitón
izquierdo que derecho. Fue un animal al que había que darle sitio y distancia
para no ahogarlo. En algunos momentos Caqueza entendió al novillo, pero en
otros mostró carencias en la lidia. Estocada y oreja. Pitado resultó en el
cuarto, un novillo al que se los debió pegar de uno en uno por el izquierdo sin
terminar de conectar. Para más inri, falló con el acero y escuchó dos avisos.
Bueno fue el segundo animal de la tarde, con clase por ambos
pitones y con el que anduvo variado de principio a fin el venezolano Jesús
Enrique Colombo. Alegre con el capote y firme con la muleta, conectó con el
respetable y ligó buenas tandas por ambas manos. Cortó tras el estoconazo dos
trofeos con mucha fuerza, dándose la vuelta al ruedo en el arrastre al
novillo. Extraordinario fue el quinto,
un novillo bravo y con mucha clase de principio a fin. Lo entendió
perfectamente Colombo, que dejó tandas soberbias por ambas manos para que se
ganase finalmente la vida pedida por el tendido el animal. Paseó dos orejas
simbólicas.
Juan Dinastía, ante un novillo nada potable, dejó una
tercera actuación en la que no se pudo acoplar a las embestidas irregulares del
animal. No pudo ligar ni tener conexión con el tendido, siendo silenciado.
División en los tendidos tras una faena larga escuchó en el sexto.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros de Medellín, Colombia. Tercera de la Feria de la Macarena. Novillada
con picadores.
Seis
novillos de El Manzanal, de vuelta al ruedo en el arrastre el segundo y de indulto el quinto.
Sebastián Caqueza, oreja y pitos tras dos avisos.
Jesús Enrique Colombo, dos orejas y dos orejas simbólicas.
Juan Gómez «Dinastía”, silencio y división.