JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO / FOTOGALERÍA: EMILIO MÉNDEZ
Con mejor entrada que la tarde de ayer salían a jugarse en mano a mano la tarde hoy Joselito Adame y Andrés Roca Rey en el ruedo de la plaza de toros más grande del mundo, la Monumental de Insurgentes. Un encierro de Xajay era la materia prima para la ocasión.
«Martino”, con una bella estampa, llevaba por nombre el primero, un bonito toro cárdeno bien hecho y aplaudido de salida por el respetable mexicano. Bien de capote llevó Joselito Adame al animal, rematando de forma airosa su saludo a la verónica. Tras el tercio de varas, quitó el aquicalidense por chicuelinas poniendo emoción ante un animal que intentaba defenderse. Brindó a su hermano Luis David Adame la faena ya que debía estar en esta corrida para confirmarle la alternativa, pero fue prendido en la pasada feria de Calaveras de Aguascalientes fracturándose la clavícula. Con temple dejó una primera parte de la faena madura Joselito por el pitón derecho a un toro que repetía y parecía no tener la maldad que auguraba en los primeros tercios. Acompañando con la cintura al natural se lució Joselito Adame. Bien lo esperó con la muleta retrasada al natural, perfectamente ejecutado el toreo con la mano izquierda y llegando arriba gracias también a la clase duradera del buen toro de Xajay. Se le fue muy abajo la mano a Adame en la suerte suprema, matando recibiendo al animal que se arrancó en el momento en el que el torero montaba la espada. Ovación.
También el segundo tenía presencia y le dio sitio en el inicio capotero Andrés Roca Rey. Poco castigo ordenó Roca Rey al piquero en el primer puyazo, saliendo con la vista desparramada éste. Pero nada le importó a Roca Rey, que buscó el toreo de valor en un quite por caleserinas de espantosos momentos. También terrorífico fue el inicio de faena del peruano, en el que se echó de rodillas y el toro lo prendió sin consecuencias aparentes, puesto que se repuso pronto del angustioso instante. El toro cayó, tropezó e hizo por el jovencísimo torero, que pasó un momento de apuro salvado por un Joselito Adame que saltó inmediatamente la barrera para hacerle el quite. No asustado tras el percance, se puso directamente de nuevo a torear en redondo y de rodillas por la mano diestra, aguantándole la incierta embestida al de Xajay. No tuvo tampoco viaje largo en la siguiente tanda ya con Roca Rey erguido, midiendo perfectamente la altura de los muletazos por llevar a media asta la cara el animal. Conectó perfectamente Andrés, sin moverse un ápice tampoco al natural. A milímetros de los pitones fueron las bernadinas finales ante un animal totalmente descastado, pinchando en el primer viaje con la espada el peruano. A la segunda, dejó una estocada de la que cayó el toro.
Con cara también era el tercero, más bajo y menos voluminoso que el anterior pero con trapío. La labor fue poco agradecida en el tendido, puesto que el toro caminaba siempre con la cara alta. Joselito Adame, a pesar de su porfía en un inicio muleteril sentado en el estribo, no tiró la toalla ante lo deslucido del animal sino que prosiguió intentándolo. Perdiendo pasos intentó lidiarlo, incómodo para el torero el de Xajay, mató de nuevo de bajonazo.
También imprimió mucho valor en el saludo capotero del cuarto Andrés Roca Rey. Por tafalleras fue el quite del peruano, que conectó con el tendido que pedía alegría capotera. Exponiendo una barbaridad comenzó faena Roca Rey, quieto por estatuarios en el centro del anillo, pasándose por la espalda al toro. Lo incierto del toro hizo que Roca Rey, paciente, se templara ante el animal, pero no logró levantar trasteo. Mató con habilidad.
«Sesentero”, de 543 kilos, número 60, nacido en agosto de 2011 era el quinto toro de la tarde también con el hierro de Xajay. De muy seria presencia era el animal. Sin terminar de entregarse el animal, tampoco lo hizo Joselito ante un toro que no se dejó. Entre la división en el tendido prosiguió empeñoso por ambos lados sin conectar con el tendido. Anduvo fino con la espada.
Se gustó Andrés con buenas verónicas rubricadas con una revolera y una brionesa en el saludo capotero del cierraplaza, que se desplazó en el capote y mostró fijeza en el toreo de inicio del peruano. Se echó en el quite el capote a la espalda Roca Rey, quedándose quietísimo ante las arrancadas del animal, pasando éste como un obús en sus saltilleras. Se le frenaba el toro en plena faena a Roca Rey, por lo que no pudo estructurar como quiso su labor.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza
de toros Monumental de México. Segunda de la Temporada Grande. Media entrada.
Seis toros
de Xajay.
Joselito Adame, silencio, silencio y silencio.
Andrés Roca Rey, ovación, silencio y silencio.