TEXTO: PABLO LÓPEZ RIOBOO / FOTOGALERÍA: JOAO SILVA
La localidad sevillana de La
Algaba y su característica plaza de carros acogía esta tarde el festival en beneficio del subalterno José
Manuel Soto, que perdió una pierna el pasado mes de agosto debido a la
cogida por un novillo en el municipio jiennense de Peal de Becerro. A las cuatro y media en punto hacían el paseíllo Finito de Córdoba, Juan José Padilla,
Miguel Abellán –sustituyendo al lesionado Juan Mora-, Manuel Carbonell, Daniel Luque y el novillero Carlos Corradini. Se lidiaban novillos
de Fuente Ymbro, Talavante, Torrestrella,
El Freixo, Dolores Aguirre y Hermanos Garzón.
Hoy el toreo quería rendirle
su homenaje a un torero que ha visto truncado su sueño se ser figura de ‘los de
plata’. Un día de agosto la mala suerte se cebó con un hombre honesto, pero hoy
el toreo le quiso regalar una tarde de ‘cante
grande’, de emociones y sentimientos, de esas que engrandecen la
tauromaquia. Todos los que trenzaron el paseillo le regalaron su bien más
preciado, su toreo, ese que brotó de forma especial en una tarde mágica de otoño. Hoy José Manuel Soto tuvo el regalo de sus
amigos, esos que no dudaron en dar el paso adelante y estar con él. Se le
notaba en la mirada, esa que rebosaba gratitud, esa que no se le borró ni un
instante, pese a que alguna lagrima pudiera caer por sus mejillas. Hoy era su
tarde, tanto es así que se le abrió la puerta grande para poner el broche de oro a
la tarde y al festival. ¡¡Gracias por
tanto, torero!!
Tuvo ante sí Finito un
abreplaza de mansa condición, un astado de Fuente
Ymbro suelto de salida que nunca quiso pelea. Porfió Juan en sacar agua de un pozo vacío, dejando muletazos de buen
corte. Lo mejor vino en las postrimerías de la faena con tres enormes remates
por abajo, de una gran templanza. Gotitas de toreo del de Córdoba que calaron
en el respetable. Tras pasaportar al animal de una estocada cortó dos
orejas.
En segundo lugar salió un animal del hierro de Talavante de gran nobleza y temple.
Lanceó con soltura y buen trazo Ortega a un novillo no sobrado de fuerzas. Se le picó en exceso, llegando el astado
rebrincado a la muleta. El toreo de Cartagena,
dejó antes del tercio de muleta un quite por verónicas de fino trazo. Faena de
buen gusto ante un animal con virtudes. Gustó la obra al público que jaleó cada
pase, se abandonó por momentos Ortega
Cano en un trasteo con personalidad. Basó su faena en la mano derecha, a la
que le imprimió ese pellizco que siempre abanderó su tauromaquia. El utrero de Talavante, bajito y corto de manos
mantuvo su temple de salida durante toda la faena, pero sus rebrincadas
embestidas propiciaron que la faena careciera de mayor limpieza. Tras la
estocada cortó el doble trofeo.
No se dejó nada en el hotel el jerezano, el cual le formó un
auténtico lío a un exigente animal de Torrestrella.
Lo recibió rodilla en tierra para luego sentirse toreando a la verónica, expuso
en banderillas y dejó su poso y madurez en una faena compacta. La tanda inicial
rodilla en tierra tuvo empaque y torería, para más tarde ‘darle fiesta’ al animal con sus armas de siempre. No fue fácil el
astado, pedía firmeza en cada cite, aguantar esa embestida en línea recta, pero
sin embarga fue agradecido y fue a más en la lidia. Por ambos pitones le
enjaretó faena, Padilla tiró de raza
y pundonor cuando las boyantes embestidas del utrero fueron menguando. Acabó su faena entre los pitones de un animal
de vuelta al ruedo. Tras una estocada sin puntilla cortó las dos orejas y el
rabo de un toro de seria y agradecida embestida.
Faena de paladares exquisitos la realizada por un inspiradísimo Abellán a un enclasado animal de El Freixo, ya lo marcaban sus
hechuras y esa cara recogida -tan torera-. El madrileño se vistió de Juan Mora, dejó volar sus muñecas para
plasmar en el ruedo una faena de máxima inspiración, templanza y regusto. Toreó
para el toro de salida, abriéndole los caminos y dejando una media de fino
trazo, plasmó un garboso quite por chicuelinas con el compás abierto, para más
tarde regalarle a la Algaba una
faena de guante de seda ante un animal rajadito pero de amexicanada embestida
en la muleta. Ralentizó los muletazos Abellán,
toreó al ralentí, una faena de altos vuelos. El de El Freixo se quería comer la muleta deslizándose sobre las telas
del torero, como si la pañosa fuera un pincel, dibujó surcos en el ruedo, barría
con el hocico la estela que dejaba el trapo rojo. Abellán se acordó de Mora,
de ese concepto lleno de pureza y magisterio, de las mulecas rotas y el alma en
la pañosa, dejó el frescor de una obra
con sello propio, los naturales fueron eternos, los derechazos tuvieron ‘usía’, los remates duraron media hora,
sin duda una faena de una tremenda belleza ante un utrero mansito, pero que sin
embargo en las telas se entregó como solo lo hacen los toros de nota. Se le
pidió el indulto al toro -no concedido por la autoridad-, pero si la justa vuelta
al ruedo y las dos orejas para Abellán -a muchos se nos antojaron escasas-, el rabio hubiera sido un justo premio.
Pese a estar poco placeado Manuel
Carbonell estuvo a la altura ante un animal mansón y de cambiante embestida
de Dolores Aguirre. Destacó el
torero sevillano al natural, dejando pasajes estimables ante un toro justo de
fuerza. Quiso el sevillano dar las gracias por la oportunidad tirando de
raza y sobreponiéndose a las adversidades con una faena sincera. Tras cobrar
una estocada le arrancó las dos orejas.
Cuajó el torero de Gerena una faena llena de pellizco y torería ante un buen ejemplar de Ricardo Gallardo. Ya desde capa bordó
el torero en un saludo templado. El quite por chicuelinas tuvo ajuste y
personalidad. La faena estuvo impregnada por el aroma de la torería, cuajó
sensacionales muletazos por ambos pitones, el de Fuente Ymbro la tomaba con ritmo y largura, su nobleza dejó a Daniel romperse en muletazos hasta
detrás de la cadera. Larga, muy larga
resultó la faena de un torero arrebatado, roto ante un ejemplar con grandes
virtudes. Se inspiró, se durmió como su compañero Abellán en muletazos a cámara lenta, rebosantes de plasticidad y
hondura. Acompañaba el cante, se abandonaba el torero y la bravura del utrero
se hacía patente. Se le pidió el indulto a un animal – no concedido por el
presidente-. Máximos trofeos para Luquey vuelta al ruedo para el de Ricardo
Gallardo. Un golpe sobre la mesa el que dio el torero sevillano para poner un gran broche a una temporada agridulce.
El último de la tarde fue un novillo que nunca acabó de
entregarse. Estuvo voluntarioso, siempre queriendo un Corradini que debutaba con caballos en la tarde de hoy. Lo dio
todo, tanto con capote como con muleta, e incluso llegó a recibir una serie
voltereta. Aún se le notan carencias, lógicas de su poco bagaje, pero las
suplió con descaro y arrojo. El de Garzónde irregular embestida no lo puso fácil, un utrero con teclas que al sentirse
podido desarrolló en genio. Tras pinchazo y estocada cortó las dos orejas.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de
toros de La Algaba, Sevilla. Festival taurino en beneficio del
subalterno José Manuel Soto. Más de Tres
cuartos de plaza.
Novillos de Fuente Ymbro, Talavante, Torrestrella, de vuelta al ruedo, El Freixo, de vuelta al ruedo,Dolores Aguirre, Fuente Ymbro de vuelta al ruedo y Hermanos
Garzón.
Juan Serrano «Finito de Córdoba”: Dos orejas.
Ortega Cano: Dos orejas.
Juan José Padilla: Dos
orejas y rabo.
Miguel Abellán: Dos orejas.
Manuel Carbonell: Dos
orejas.
Daniel Luque: Dos orejas y
rabo.
El novillero Carlos Corradini: Dos
orejas.
INCIDENCIAS
Todos los participantes en el festival brindaron sus faenas a José Manuel Soto
FOTOGALERÍA: JOAO SILVA