TEXTO Y FOTOS: EMILIO MÉNDEZ
Llegó el día más esperado para Luis David Adame, que se convertía
hoy en matador de toros tras apenas un año como novillero con picadores.
Enfrente, una corrida de Núñez del Cuvillo. Como padrino Alejandro Talavante y
López Simón para dar fe de la ceremonia.
Masticar el toreo, acariciar cada embestida, soltar y dejar volar las muñecas para componer una obra magistral, eso es lo que hizo Talavante hoy en Nimes, sacó de lo más hondo de su ser, ese toreo eterno que sólo poseen los elegidos. Adame se quiso subir a ese carro de los emergentes con dos labores sinceras y llenas de frescura, mientras que Simón estuvo templado, correcto y aseado en dos faenas con fases de gran toreo pero a las que le faltó mayor rotundidad. Cuvillo lidió una corrida con argumentos, en las que un cicatero presidente no quiso premiar con sendas vueltas al ruedo a dos toros de bandera.
De nombre ‘Sosegado’ se llamaba el toro de la alternativa de
Adame, un animal que careció de entrega en el saludo del toricantano y empujó
dormido sin excesivo celo en el jaco. Vivimos duelo de quites en este
abreplaza, primero por ‘chicuelinas’ Adame, más tarde Talavante por ‘gaoneras’
y cerró el propio Adame con un quite entremezclando ‘caleserinas’, todo ello
abrochado con una buena media. Brindó a sus hermanos el toro de la ceremonia,
la cual empedó por ajustadísimos estatutarios. Molestó el viento en la faena
del Luis David, el cual nunca le dudó a un animal con movilidad pero al que le
faltó mayor clase en sus embestidas. Al igual que en el peto el animal fue a
más en la faena de muleta, humillando franco por el lado izquierdo. Tiró de
temple y mano baja para controlar las rachas de viento. Rompió la faena con una
gran tanda por el derecho, en el que tiró del de Cuvillo, el cual fue largo y
con clase tras los vuelos de la muleta. Faena de menos a más de un torero que
no acusó el paso del novillo al toro. Cerró la faena por ‘bernardinas’ sin
espada, eso unido a una estocada arriba en la suerte de recibir le valió la
primera oreja de la tarde.
Ya mostró el segundo de Cuvillo su justeza de raza en un saludo de
capa en el que Talavante no pudo estirarse por la falta de continuidad en la
embestida del animal. Manseó en el caballo y llegó a la muleta con el depósito
de la casta muy limitada. Inició la faena rodilla en tierra, con una ‘arrucina’
al ralentí, llevando largo a un toro que mostró nobleza y sus embestidas. Faena
llena de improvisación, temple y frescura, en la que entendió a la perfección
la embestida del de Cuvillo. Todo a cámara lenta ante un animal de sosa
condición, se dejó llegar los pitones al pecho en una faena de una seguridad
aplastante ante un animal con nobleza y clase pero al que le faltó quizás mayor
transmisión en sus embestidas. Paró el tiempo con naturales eternos que calaron
en el respetable. Todo lo hizo con un sentido enorme de la medida, faena para
aficionados, con un aroma diferente, faena de guante de seda. Tras estocada le
fueron concedidas las dos orejas.
Empujó con bravura y celo el tercero de la tarde al peto, en el
que Tito Sandoval estuvo cumbre en un primer puyazo de premio. Se arrancó
franco a los capotes, acudiendo presto y humillado al percal. Tuvo codicia,
galope y humillación en una gran faena del madrileño que comenzó con una serie
rodilla en tierra de máxima largura y temple. Tuvo gran vibración la segunda
tanda de un muy centrado Simón ante un toro que iba a más. Faena de altibajos
del madrileño, que aún pegando muy buenos derechazos y naturales no acabó de
tomar el vuelo mostrado en esas dos grandes tandas iníciales. Volvió a tomar
cierto vuelo la faena en las postrimerías de la misma, en la que acortó las
distancias de un toro que aun seguía pidiendo muleta arrastrada. Gran toro este
de Cuvillo al cual cuanto más apretabas y más suave tirabas de él mejor
respondía. Tras la estocada le fue concedida una oreja pese a la petición por
parte del público de la segunda. Toro de Cuvillo que mereció sin duda la vuelta
al ruedo.
Tuvo temple de salida el cuarto de la tarde, pero de sosa y
cambiante embestida, dejando patente que la casta y la bravura las tenía bajo
mínimos. Mostró su condición de manso haciendo una fea pelea en el jaco. La
misma pelea que hizo en el petó la dejó patente en el tercio de muleta, en la
que nunca quiso tomar los engaños por abajo con clase. Poco a poco como por
arte de magia el temple y el valor de Talavante fueron acrecentando la díscola
embestida de un toro de Cuvillo mansón y con poca gracia. Porfió el extremeño
en una labor sincera y de torero cuajado, el cual consiguió meter en la canasta
a un animal muy bajo de raza. Tras fallar a espadas fue silenciado.
De preciosa lámina fue el quinto de la tarde, un toro con el que
se pudo soltar Simón en un limpio recibo de capa. Empujó con nobleza al peto, pese a salir luego sueltecito, acudiendo con nobleza a los capotes de los banderilleros. Templó Simón a otro gran
toro de Cuvillo que embistió con gran ritmo y calidad a la muleta. Pecó Simón
de abusar en la cercanía en la tercera tanta, ahogando en ocasiones las
boyantes embestidas. Lo corrigió en la siguiente tanda para dejar una tanda al
ralentí con el toro gateando tras la muleta. Se mostró más seguro el madrileño
con la mano derecha en la que basó la casi totalidad de su faena. Bravisimo el
animal, toro de grandes virtudes, al que Simón le realizó una faena de toreo
despacioso y acompasado, pero como pasara en su toro anterior le faltó mayor
rotundidad, pese a tener momentos estimables por el pitón derecho. Tras
pasaportar al animal y dilatarse la caída del toro la posible petición de oreja
quedó en nada. Fortísima ovación para ‘Farfonillo’ un gran toro de Cuvillo al
que injustamente no se le dio la vuelta al ruedo en el arrastre.
Salió arreando Adame ante el sexto, un animal que no se dejó
templar de capara y que manseó en el jaco. Quitó por ‘zapopinas’ Adame, el cual
sufrió una fea voltereta, afortunadamente sin consecuencias. Brindó a su
familia para luego realizar una faena tesonera con momentos de toreo templado.
Mansito de condición el noble Cuvillo que a base de temple fue rompiendo.
Acertó Adame en cites y alturas para ir embarcando la noble embestida de un
animal no sobrado de casta. Poco a poco el animal fue perdiendo la inercia con
la que embestía para empezar a quedarse cortito, Adame no le perdió la cara y
tiró de raza pese a las embestidas a media altura de un animal que no sacó las
virtudes de sus hermanos. En las postrimerías derrochó valor el mexicano, con
un toro ya a la defensiva y con muy poquitas ganas de ir hacia adelante. Tras
pasaportar al animal cortó una oreja que hacía justicia a una labor sincera y
de mucha verdad.
FICHA DEL
FESTEJO
Coliseo de Nimes, Francia. Quinta de la Feria de la Vendimia.
Corrida de toros. Más de media plaza en los tendidos.
Toros de Núñez
del Cuvillo, muy bien presentados, algunos un puntito por encima de
Nimes. De buena condición el interesante primero, con clase y bondad el
enclasado e importante segundo, de brava y codiciosa condición el gran tercero,
de deslucida y descastada condición el cuarto, de gran clase, ritmo y calidad
el bravo quinto, de exigente y seria aunque desagradecida embestida el
cierraplaza. Segundo, tercero y quinto ovacionados en el arrastre.
Alejandro Talavante (Sangre de toro y oro): Dos
orejas y palmas
López Simón (Azul marino y oro): Oreja tras
petición de la segunda y ovación tras dos avisos
Luis David Adame (Blanco y oro): Oreja tras aviso
y oreja
INCIDENCIAS
Pasó a la enfermería Alejandro Talavante al finalizar su labor en
el cuarto, tras la voltereta sufrida en el segundo de la tarde, la cual le
volvió a dañar la muñeca. Por su parte el mayoral de la ganadería de Núñez del
Cuvillo salió a saludar al finalizar el festejo en reconocimiento por la gran
corrida lidiada hoy en Nimes.