MARISA FERNÁNDEZ
Una corrida de Murteira Grave era la que tenía lugar esta
tarde en la localidad jiennense de Villalcarrillo. Rafael Rubio
«Rafaelillo”, Alberto Lamelas y Juan del Álamo eran la terna de
gladiadores elegida para la ocasión.
En el primero Rafaelillo dejó momentos de intensidad y buen
toreo, sobre todo, con la mano derecha, aprovechando el pitón más potable del
animal. Falló con la espada y el premio se vio reducido a una vuelta al ruedo.
Después de dos años sin hacer el paseíllo de luces en
España, y tres en su provincia de Jaén, Alberto Lamelas tenía ante sí, un
importante compromiso. Entregado desde
el inicio con el vibrante recibo con el capote, Lamelas firmó una faena basada
en la mano derecha, con un inteligente inicio con mucho poder, para después
ligar los muletazos sobreponiéndose a los derrotes del animal. Tras la
manoletinas finales, dejó una buena estocada al segundo intento, cortó una
oreja.
Juan del Álamo se llevó las dos orejas del extraordinario
tercero que fue premiado con la vuelta al ruedo. Lo recibió con suavidad y temple a la verónica,
mientras que el toro ya mostró su humillación. Fue a más en la muleta, y tras
brindar al público, lo templó con la mano derecha primero, ligando muletazos en
los que exigió al Murteira, y después con la izquierda. Faena de profundidad
ante un noble ejemplar que permitió a Juan del Álamo disfrutar y hacer
disfrutar al público. Le sonó un aviso toreando, y tras la estocada cortó dos
orejas.
El cuarto fue un ejemplar parado, al que hubo un darle los
muletazos de uno en uno. Rafaelillo puso voluntad y lo intentó por ambos
pitones, le cambió los terrenos y las distancias, todo con tal de conseguir
ligar los muletazos, pero el toro dijo que no. Faena meritoria y entregada que
rubricó con una estocada al segundo intento, y fue ovacionado.
El quinto fue un ejemplar de muchísima nobleza y escasa
transmisión, al que Alberto Lamelas supo templar con capote y muleta. Con la
muleta comenzó con estatuarios, para seguir con una faena muy templada, dándole
al toro los tiempos que en cada momento necesitaba. Gran esfuerzo el del
jienense, que hoy volvía a su tierra, para asentar las zapatillas y torear con
despaciosidad. Fue acortando las distancias y terminó con molinetes y
manoletinas. Tras la estocada, cortó una oreja.
Otra faena de temple fue la que realizó Juan del Álamo
frente al sexto, un ejemplar justo de transmisión y que no siempre repitió. Del
Álamo lo intentó con la derecha y la izquierda, pero los mejores momentos
llegaron con la segunda, con naturales muy pausados, aunque sin terminar de
redondear. Mató de una estocada.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Villalcarrillo, Jaén. Corrida de toros.
Toros de Murteira
Grave.
Rafael Rubio «Rafaelillo”, vuelta y ovación.
Alberto Lamelas, oreja y oreja.
Juan del Álamo, dos orejas y oreja.