EMILIO TRIGO / FOTOGALERÍA: EVA MORALES
Curro Díaz, El Cid y David Galvánconformaban una atractiva terna este domingo en la sexta del abono de la
temporada de El Puerto de Santa María.
En el cartel, un encierro de José Luis
Pereda era el reseñado para la tarde que daba comienzo a las siete y media
en punto.
Una tarde más el levante nos acompañaba en la Plaza Real. Bonito toro el que abrió el
festejo al que Curro endosó un
saludo personalísimo con varias verónicas para fundirlas en un óleo. El de Linares cuidó a su oponente en el
caballo y le realizó una faena para paladares exigentes. Curro sobrado de valor aguantó la embestida sin humillar del Pereda. Además el abreplaza acudía
andando, al que Díaz inmóvil lo
embarcó con verdadera torería. Fue una labor por ambos pitones justa, medida,
sin mayores concesiones ni alardes de buscar más, pero la realidad es que no
hacía falta. Rafael de Paula diría «imperfecciones llenas de belleza y
gotitas que caen del cielo» y así fue. Para que más, sí con eso nos
saciamos, menos él presidente que no entiende de exquisiteces. Estocada,
unánime petición y bronca tremenda al usía por no dar la oreja. Clamorosa
vuelta al ruedo.
El
cuarto era un tío muy descarado de pitones. Toro con mucha plaza y seriedad, de
esos de pitones negros que dan ‘jindama’. No pasó nada para el recuerdo en los
primeros tercios por la desclasada embestida del animal. Curro volvió a destapar su toreo inmaculado ante un antagonista que
tiraba una cornadita cada vez que pasaba por el izquierdo. Toro muy inconstante
en su embestida y con muchas teclas que tocar y para colmo el viento como
invitado permanente. Díaz volvió a
soltar sus «perlas» que lo distinguen de forma única en el escalafón.Nunca le permitió a su oponente lo más mínimo, imponiéndose el de Linares con mucha capacidad y claridad
de ideas. Otra delicatesen para los presentes. Antes fue el palco quien le
quitó la oreja, pero ahora fue la espada. Ovación con saludos.
El
sevillano Manuel Jesús ‘El Cid’ se
mostró suave con el capote tanto en el recibo como en el quite por chicuelinas.
Se saboreó cada lance en esos bellísimos pasajes. Muy similar el comportamiento
del segundo al primero, noble pero sin humillar nunca. Más acusado por el
izquierdo que buscaba con los pitones las banderas de los tejados. El saltereño dejó claro que está en
plenitud de madurez. Supo dosificar y hacer romper hacia delante al
manejable pero justo de raza que le tocó en suerte. Hubo ligazón y compostura
por el derecho con un toreo vertical. Por el izquierdo interpretó el natural
con cadencia aunque a veces se deslucía el natural por la desclasada embestida.
El pinchazo restó la previsible oreja. Gran ovación tras petición.
Fue
de esos mansitos que peleó con tralla en varas pero que también salió huyendo
tras sentir el castigo. Manuelentendió a su oponente perfectamente y lo amarró en la muleta. Hubo transmisión
en su quehacer y buen toreo donde el de Salteras recordó al Cid de siempre. El sevillano afianzó su labor con una izquierda que más quisiera Pablo
Iglesias para su formación. El Ciddibujó naturales hondos y templadísimos ante el mansurrón quinto. A derechas
también su mejor versión embebiendo a su oponente en la franela. Nueva versión
de madurez de Manuel pero con los parámetros de siempre y con la seguridad que
dan los años. Alta faena para aficionados que remató con buena estocada.
Oreja.
El
más joven del cartel también dibujó un personal y variado saludo con el capote.
Verónicas y chicuelinas surgieron con verdadero esplendor. David muy seguro y firme en todos los tercios mimó a su astado para
llegar con más garantías al último tercio. El tercero llegó justo de casta,
amagando con rajarse en más de una ocasión y sin humillar como sus hermanos,
pero noble, muy noble. Galván toreó con
el pecho descubierto, con la sinceridad del alma desnuda en cada muletazo.David se expresó con toda su verdad donde la pureza está al servicio del toreo
para regusto de ‘paladares exigentes’.Precioso muletear del gaditano por
ambos pitones donde también manifestó ligazón, profundidad y crecimiento como
torero. Al final, se permitió el lujo de unas manoletinas muy ajustadas para
rematar su clásica labor. Estocada arriba y dos orejas.
El
sexto fue un toro con mucho volumen al que poco a poco lo fue enseñando a
embestir Galván. Un astado mirón
pero obediente al toque y justo de casta que también hizo ademanes de rajarse. David nuevamente impuso su ley y toreo
clásico en fondo y formas. Seguro y capaz en su notable labor. Limó asperezas y
compuso en todo momento. Oreja
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de El Puerto de Santa María, Cádiz. Sexta
de la temporada estival. Corrida de toros.
Seis toros deJosé
Luis Pereda. Serios de presencia,
parejos, que dieron buen juego en conjunto.
Curro Díaz, vuelta
y ovación.
Manuel Jesús ‘El Cid’, ovación y oreja.
David Galván, dos
orejas y oreja.
PARTE MÉDICO DE ÓSCAR CASTELLANOS
«Tras
el percance en el primero en banderillas. Posible lesión de ligamentos en
rodilla derecha que está pendiente de estudio radiológico. Le impide continuar
la lidia.Traslado
al servicio clínico para su correspondiente estudio”.
Fdo.
Dr. Ramón Zara