Seis toros de Montalvo abrían este domingo la Feria de San Isidro 2022: Daniel Luque, Alberto López Simón y Álvaro Lorenzo en la Plaza de Toros de Las Ventas.
Daniel Luque abre San Isidro con un débil «montalvo»
La sería estampa del «montalvo» que abrió la feria centró pronto las miradas del público en la arena, donde Daniel Luque dejó ver el poder que se esconde en la tersura de su capote cuando vuela a la verónica. Tras derribar en un primer encuentro, el segundo puyazo de Juan de Dios Quinta fue sensacional, por ejecución, colocación y medida. Sin embargo, un desprolijo quite de López Simón por saltilleras hizo que el toro doblará las manos varias veces. La mirada que el de Gerena le dedicó al de Barajas lo decía todo. Muleta en mano, Luque sacó a relucir el temple y el pulso necesarios para embarcar sin someter, sin afligir a un toro que llevaba dentro tanta calidad como falta de fuerzas. Dejó el sevillano varios buenos muletazos, pero la condición del toro impidió que la faena fuera ligada y contundente.
López Simón firma una inteligente obra con el frágil segundo
No pocas protestas se llevó el segundo, mas alto de agujas agujas, pero también con evidentes muestras de falta de poder. Supo cuidarlo López Simón con el capote y en el inicio por alto en la muleta, para después, en los medios, aprovechar esa alegre acometida con muletazos a media altura, ligados, templados y rítmicos, haciendo que el toro se afianzara. Más exigencia hubo al natural. Ahora sí, Alberto, empezó a bajar la mano para dibujar muletazos más hondos, sacrificando un par de trancos de recorrido y recibiendo algún tornillazo de protesta. Labor inteligente del madrileño, que adornó con bernadinas antes del pinchazo y la estocada, que cayó con el primer aviso.
Los violentos derrotes del tercero deslucen la labor Álvaro Lorenzo
Se durmió en el peto el rematado tercero, que en la grandiosa lidia de Curro Javier dejó ver que, con mando, sus desordenadas acometidas podrían tener solución. Por eso Álvaro Lorenzo no dudo en someter por bajo el inicial ímpetu del toro en la muleta y después, ya en los medios, procuró sacar siempre las temas por debajo de la pala del pitón. Tarea nada fácil de conseguir, pues aunque el embroque del toro era bueno y humillado, siempre quiso soltar un derrote seco, un puñetazo que lo descomponia todo. Sólo una serie de derechazos recios y encajados, tomó el toro con buenos finales. Pero no quiso más. Una estocada entera en buen sitio dejó todo en silencio.
Vuelta al ruedo para Luque tras inventarse una gran faena con el manso cuarto
Montado y cuesta arriba fueron las hechuras del cuarto, que manseó en si salida, barbeando tablas y buscando salidas. Por eso, ya con la muleta en la mano derecha y en el centro del ruedo, Daniel se dobló con el toro en redondo para encelarlo y sujetarlo y sujetarlo mismo tiempo. Poco a poco cimentando su faena Luque, con templada autoridad para mandar y limpiar el muletazo, pero con la sutileza necesaria para no afligir al toro. Exponiendo con firmeza, conocimiento y expresión una serie de naturales fue monumental, xomo el desgarrado pasé de pecho con el que la firmon. Dueño ya de la voluntad del toro, un cambio de mano dio paso a otra buena serie coknla izquierda y otra mas de naturales con la derecha, ligados a unas vibrantes luquesinas, tras las que el toro, con un desarme, dijo basta. Entera y ladeada fue la estocada. Tardó en doblar el toro pero, aún así, asomaron los pañuelos. Petición que el presidente desatendió con la consecuente bronca del respetable.
Ovacionado López Simón tras apostar por el medidor y luego pasador quinto
López Simón anduvo mejor y más centrado que en otras ocasiones, buscando la apuesta con un toro quinto de Montalvo medidor pero luego pasador sin más: no decía mucho el astado, que al inicio de la obra del torero mostró un tranco descompuesto. Comenzó la faena el madrileño con cambiados en los medios y asumió riesgos, buscando una oreja que le diese más acceso a San Isidro, pero al final se le quedó el toro sin querer entregarse, saludando finalmente una ovación.
Álvaro Lorenzo, oreja del sexto tras sobreponerse a una espeluznante cogida: sufrió una cornada de 15 centímetros
Álvaro Lorenzo manejó bien el capote con el sexto, que tardó mucho en definirse. Incluso en banderillas cortó los viajes y puso en un serio compromiso a Curro Javier. En la muleta, Álvaro supo imponerse desde el principio y darle mano baja, sobre todo por la izquierda. Cuanto más le bajaba la mano, mejor respondía el de Montalvo, que con todas las complicaciones que había puesto en banderillas, luego se dejó en la muleta y en ocasiones incluso sirvió para el toreo. Lorenzo tuvo un punto más de compromiso, que le valió una voltereta tras la que llegaron buenos pasajes. Una estocada entera valió para que doblase el toro y para que le concediesen la oreja. Tras ello, pasó a la enfermería y fue atendido de una cornada de 15 centímetros en el muslo derecho.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Primera de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. Tres cuartos de entrada.
Toros de Montalvo, con calidad pero sin fuerza el primero; escaso de poder, pero con movilidad y fijeza el segundo; el tercero humilló, aunque fue deslucido y con poder; manso, pero obediente el cuarto; medidor y luego pasador un quinto que acabó por no entregarse;
Daniel Luque, silencio y vuelta al ruedo.
Alberto López Simón, ovación tras aviso y ovación.
Álvaro Lorenzo, silencio y oreja.
Pinche en la imagen o en este enlace para acceder al avance fotográfico de Luis Sánchez Olmedo del festejo.
