Seis toros de El Pilar se lidiaban este martes en Las Ventas en la tercera de abono en San Isidro 2022. A las 19:00 horas arrancaba el paseíllo con Javier Cortés, Tomás Campos y Francisco José Espada.
Javier Cortés corta una importante oreja del serio primero
Serio, cuajado y astifino fue el cinqueño primero, que apretó en las verónicas de recibo de Javier Cortés. Cumplió en varas y se desplazó en la muleta sin ritmo pero con intención. Javier Cortés fue estructurando su faena sobre series cortas, de mano baja para sujetar las rebrincadas embestidas y encelarlas. El toro fue ganando en profundidad y temple al tiempo que el madrileño le sometió con poder y estiraba el viaje con temple. Así cayó una serie de naturales recios, a los que le siguieron otras tres de derechazos soberbios. Siempre a más, por la autoridad del torero y la importancia que daba el toro. La espada, tendida pero en buen sitio, tardó en hacer efecto, Londres no impidió que cortarse una importante oreja tras el aviso.
Tomás Campos no encuentra el sitio del buen segundo
No rompió en el primero tercio el ensillado segundo, que acudió descompuesto a la muleta de Tomás Campos, que además tuvo que lidiar con el viento, que lo complicó todo aún más, sobre todo cuando el toro pedía un temple especial para no violentarse. Le costó encontrar el sitio a Tomás, que cuando cogió la muleta en la mano izquierda halló la distancia el toque preciso para que el toro pasara con ritmo y calidad, pues algunas veces llegó a hacer el avión, aunque a media altura. Así dejó algunos naturales de mérito, uno muy bueno porque fue de mano baja, a la que obedeció con clase el del Pilar. Pero cuando volvió a la derecha un desarme y varios tromoicones devolvieron todo al punto de inicio. Una estocada baja y un golpe de descabello certificaron el silencio.
Espada saluda una ovación después de una esforzada faena al tercero
Mostró codicia el tercero, que se movió con soltura en los primeros tercios, persiguió en banderillas y empujó en la muleta de Francisco José Espada, que rápidamente vio el carbón con el que se movía el toro, y lo sometió por bajo en un inicio rodilla en tierra. Sin embargo, después de una intensa serie de derechazos en los medios, el toro amagó con rajarse. Espada lo sujetó bien, dejando la muleta en la cara para provocar las encendidas embestidas por ambos pitones, intercalando muletazos de muy buen corte, con otros más apurados. Al final, el torero optó por plantarse con valor entre los pitones en una dilatada faena que escuchó un aviso antes de montar la espada, que cayó contraria. Una ovación reconoció el esfuerzo del torero.
Se le escapa en triunfo de Puerta Grande a Javier Cortés por la espada
Lucían pesadas las embestidas de salida del cuarto, largo y serio y agresivo. Empujó bien en la segunda vara, tanto que animó a Javier a hacer un buen quite por chicuelinas y una media sensacional. Acudió con prontitud el toro a los estatutarios emde Cortés en el tercio, los que cerró con un trincherazo que fue una pintura. Javier jugó tiempos y distancias para administrar en fondo de un toro que se rompió cada que la muleta voló baja. Fue exigente la lidia del torero, que obligó mucho por abajo, por donde el toro ralentizaba su embestida ganando en hondura y verdad. Los naturales tuvieron mucha verdad, aunque se echó de menos algo más de ritmo y ligazón. Los pinchazos se llevaron por delante la posibilidad de un triunfo importante. Palmas tras aviso.
Tomás Campos se va de vacío también en el quinto
Esperó mucho en banderillas el quinto, que mostró intención en el capote de Miguel Ángel Sánchez, pero que exigió perfección en la colocación, los toques y la distancia de Tomás Campos para entregar una embestida completa, una que siempre tenía que ir provocada por el mando de una muleta muy templada. Así cayeron algunos muletazos sueltos, pero que no dejaron una sensación de conjunto sólida. Además, el extremeño pinchó antes de dejar un bajonazo infame.
Espada se atasca con el acero en el sexto
Pudo faltarle poder al sexto para que sus embestidas tuvieran más importancia, porque tuvo fijeza, nobleza, repetición y clase a media altura. Eso sí, siempre que fuera en la media distancia, cuando tomó la muleta de Espada deslizando su embestida con son, porque luego protestó todo lo que se le hizo en la cor a distancia. Francisco José lo intentó, pero no terminó nunca de pisar el acelerador y de encontrar el sitio ideal para cuajar una serie maciza. El aviso cayó tras la estocada delantera, que necesitó varios golpes de descabello, el último segundos antes del tercer aviso.
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Las Ventas. Tercera de la Feria de San Isidro. Corrida de toros. Media entrada.
Toros de El Pilar. Toro serio y de embestida importante el primero, a pesar de lo descompuesta al principio y más obediente al final; necesitó mando la profunda embestida del segundo para sacar todo su potencial; de encendida codicia el importante tercero; pesaron mucho en la muleta las ralentizadas embestidas del cuarto; menos claras fueron las embestidas del quinto;
Javier Cortés (negro y oro): oreja tras aviso y palmas tras aviso.
Tomás Campos (grana y oro): silencio y silencio tras aviso.
Francisco José Espada (espuma de mar y plata): ovación y
FOTOGALERÍA: LUIS SÁNCHEZ OLMEDO
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