Alberto Bautista
La feria de San Isidro regresa por todo lo alto y con ello el ocio y la alegría se han adueñado de la plaza de Las Ventas. Tras el parón de la pandemia, la feria de otoño sirvió como termómetro para medir ese retorno y, la ilusión parece estar más que recuperada con la atracción que ofrece a diario el grupo Brindis. El responsable de todo ello es José Tomás Pérez, que con 50 primaveras recién estrenadas, lancea al viento su melena juvenil. Puro torbellino en los 29 días de feria que conforme van pasando los días se acrecienta en sus ojos el cansancio acumulado tras una actividad rutinaria y vertiginosa de lunes a domingo. Siempre pendiente de todo y de todos. Un Relaciones Públicas de los de antes. El embajador del ocio en Las Ventas, aunque para que todo funcione como la maquinaria de un reloj suizo un equipo de cerca de 80 personas le acompaña cada tarde. Cultoro ha vivido un día con este empresario de éxito que se encarga del ocio y la restauración en los dos espacios rebautizados para la ocasión: 4/3 y Las terrazas de Las Ventas.
El gerente de Brindis Events, comienza pronto su actividad. A primera hora desayuna en su restaurante de Goya 88 y coordina junto a su staff el plan de actuación. A parte del ocio nocturno en la primera plaza del mundo, José Tomás regenta en la actualidad hasta cinco locales de hostelería, todos ellos en el barrio de Salamanca y otro recién abierto en Miraflores de la Sierra. También tiene que ocuparse de “preparar pedidos, contactar con proveedores, atender las reservas de clientes” todo pasa por sus manos y el tiempo es oro. Un breve paso por la oficina y a mediodía se dirige hacía el patio de caballos donde tras la celebración del apartado arrancan “Los aperitivos de Las Ventas” de miércoles a domingo. “Un enclave único donde poder tomar una cerveza, hablar de los toros a lidiar por la tarde e incluso disfrutar de las tertulias de Onda Madrid”. No obstante, para este joven restaurador “es el mejor rato del día”. Tras su finalización, acude raudo y veloz a reponer fuerzas a “La Azotea” en Goya 82. Una cabezada para reponer fuerzas y disfrutar de sus cuatro hijos y… vuelta a la vida: no hay tiempo que perder. Son las 20:50 horas y ya se encuentra en los bajos del tendido 9 adecentando barras, pendiente del personal, incluso quitando vasos y sacando mercancía de un pequeño almacén contiguo en una de las entradas a la Monumental. Nada puede fallar. Durante todo el día, el teléfono no ha parado de sonar con miles de peticiones de reservas y eso que aún no ha arrancado el paseíllo. “Las Ventas se ha posicionado en un lugar de encuentro de la juventud madrileña y los toros vuelven a estar de moda. Soy aficionado desde los 14 años gracias a mi padre, que desde el cielo estará encantado de ver la plaza con tanta vida e ilusión”.
Pasan apenas tres minutos de las 21 horas y se acaban de arrastrar al sexto, que ha finalizado en un mano a mano descafeinado con una oreja para Talavante. La expectación se desborda en los pasillos del tendido 9. Es 4/3, “donde el aficionado podrá disfrutar en directo y a diario de diferentes grupos de música y, donde el baile y la diversión están más que garantizados”. Aunque para Tomás “aquí el protagonista es el toro y los profesionales que se visten de luces. El ocio nocturno no es más que un complemento a la feria donde hasta los más reticentes se han dado cuenta que ha venido bien para la venta de entradas”, advierte. Todo con máximo rigor, y para ejemplo, un botón: “no hay prueba de sonido”. El barril de cerveza no para ni un momento, tampoco los gin tonics que se piden de dos en dos. Tampoco tienen un respiro los tres cortadores de jamón. Ambientazo de lo lindo. No cabe un alma. El público se amontona en la barra y frente al pequeño escenario instalado para la ocasión. En la puerta del coso madrileño se amontona un nutrido grupo de chavales que se acicalan para vivir la noche madrileña en Las Ventas: “nos gusta disfrutar del ambiente de las terrazas, vine por primera vez en la feria de otoño y este año mis padres me regalaron un abono para San Isidro”, me confirma con inocencia el joven. Arriba en Las Terrazas se concentra un ambiente más juvenil “es más informal en las terrazas de los tendidos 5 y 7, con DeeJays y flamenco en directo para ofrecer esa oferta para que la gente al salir del festejo se quede tomando algo con las vistas incomparables que ofrece la situación estratégica de la Plaza de Las Ventas”.