EMILIO TRIGO
Se encerraba de forma solidaria con seis toros esta
tarde en Sanlúcar de Barrameda (Cádiz), Antonio José Blanco conmemorando sus
diez años de alternativa. Junto a él, hacían el paseíllo como sobresalientes ‘Chamaquito de Granada’ y Antonio Caro Gil. Se lidiaban seis
toros de Manuel Ángel Millares.
La
corrida de Millares ofreció poco
juego salvo el encastado quinto. Los demás se pararon y carecieron de poder. El
diestro sanluqueño conmemoró su década de matador con éxito tras cortar cuatro
orejas e imponerse al escaso juego de los toros. Blanco solventó la difícil papeleta con frescura de ideas
y buena espada. Estuvo variado y entregado en todo momento, sin dejarse nada
dentro. Antonio José se reivindica con
así en su tierra natal.
Se
sintió Blanco al torear a la
verónica ante el primero de la tarde. Tuvo sabor el capote del diestro local.
Se cuidó en el caballo porque se atisbó que tenía las fuerzas justas. Antonio José, brindó al matador de
toros y periodista Santi Ortiz una
faena que resultó una búsqueda constante para hacer embestir a un marmolillo. Blanco arrancó alguno estimable de
forma aislada porque no había material para más. Toro noble, pero sin poder
alguno. Lo mejor las buenas vibraciones que desprendió el diestro sanluqueño.
Ovación y saludos.
También con el segundo hubo son y compás en el
recibo. Unas verónicas por delantales que fueron muy jaleadas. El que hacía par,
sacó más motor durante la lidia pero se pudo lastimar después de un fuerte
balancín durante el quite. Blanco le
estaba dando jaleo al astado por chicuelinas ajustadas. Fue una faena con sus
partes, la primera con más continuidad por ambos pitones y la segunda con el
toro a menos con un Antonio más
metido en las distancias cortas. Oreja al esfuerzo.
El
tercero fue muy similar a sus hermanos en comportamiento. Se paró a las
primeras de cambio. Toro más fino y algo más alto que los anteriores que se
movió al principio y se paró a la mitad de faena. Antonio José Blanco lo recibió con una larga cambiada en el tercio
y buen manejo capotero. Apuntaba la cosa de forma positiva, pero tras un
precioso quite por caleserinas el toro perdió fuelle. Noble sin lugar a dudas
pero de escasa raza. Blanco instrumentó
un vibrante inicio a pies juntos en los medios pero a partir de ahí poco más.
Toro parado y Antonio José derrochando voluntad y ganas por sacar agua de un pozo seco. Ovación y saludos.
El
cuarto era muy bonito de hechuras pero sólo tuvo eso bueno las hechuras. Se
paró también y además hizo cosas raras con la vista. Poco que hacer con él,
salvo tirar de oficio. Estocada arriba que bien mereció el apéndice solicitado.Silencio
tras petición.
Hubo
que esperar al quinto para disfrutar de la faena más sentida de la encerrona.
Este fue un toro con cuajo, al que le dieron jabón en el caballo, pero sacó
empuje hasta el final. Blanco estructuró una faena compacta y artística por ambos pitones, donde el temple,
sin brusquedades a su enemigo y la ligazón, fueron las claves. Además el
sanluqueño le imprimió ese punto de estética que hizo falta para crear más belleza
en la buena conjunción. Estocada tras pinchazo y dos orejas.
Otra
oreja cortó Antonio José del brusco
que hizo último. Un toro con tralla que soltaba la cara y al que había que
poderle. El diestro local se mostró enfibrado, firme ante el cierraplaza. No le
pesó las asperezas del sexto, -ni tampoco lo avanzado del festejo por entonces-
y se fajó con él, en una labor de torero macho. Oreja
FICHA DEL FESTEJO
Plaza de toros de Sanlúcar de Barrameda, (Cádiz).
Corrida
de toros benéfica contra el Cáncer.
Un
cuarto de plaza.
Seis toros de Manuel Ángel Millares, bien presentados pero de poco juego
salvo el encastado quinto. Los demás se pararon y carecieron de poder.
Antonio José Blanco, (único espada). Ovación, oreja, ovación, silencio,
dos orejas y oreja.
INCIDENCIAS: saludaron en banderillas Fernando Pereira y ‘Vidi’
FOTOS:EVA MORALES