El lorquino Paco Ureña atendía a los micrófonos de Movistar con la resignación de no haber abierto la puerta grande de Las Ventas, pero también contento por su desempeño en la tarde, en la que fue en el quinto cuando rompió el píublico bajo la lluvia. «Eso ha sido lo bonito de la tarde, que he vuelto a sentir Madrid y Madrid me ha vuelto a sentir», sentenciaba Ureña a la finalización del festejo.
«Sabíamos que la tarde era muy complicada y que había que estar preparado para todo. Esto no sólo es cuestión de uno, sino de los animales que vienen también, y no siempre es fácil lograr un triunfo redondo. Aún así, me voy contento», señalaba el murciano.