IGNACIO RUBIO
Cuando faltan apenas unas horas para que
suenen clarines y timbales y el portón de los sustos se abra definitivamente,
un chaval de profesión aspirante a torero y matador de toros se enfrenta a seis
ejemplares de la Ganadería de los Recitales. Lo hace con la ilusión de dar un
aldabonazo importante en su carrera a matador, la falta de novilladas y las
pocas contrataciones por las consabidas
horas bajas del sector y el alto precio para dar festejos menores llevan sin
duda a tomar decisiones tan importantes y difíciles como la que ha tomado Carlos Aranda y en su pueblo, Daimiel, con la
ayuda de la Asociación que lleva su nombre, Peña, empresas , amigos y todo un
sector industrial detrás para que pueda dar lugar a este evento de una magnitud
de importancia para el chaval sin parangón alguno.
Desde distintos sectores tanto de crítica y
aficionados, se tacha la gesta como un acicate de altos vuelos, donde la
responsabilidad es mucha, la importancia máxima donde a lo mejor se tiene poco
que ganar y mucho que perder, pero es más que entendible el riesgo y la apuesta
de este 21 de mayo de 2016, quedara para los anales del coso daimieleño y su
historia.
La apuesta está hecha y Carlos afrontará este
reto desde el punto de vista de su alta preparación para tal fin, la variedad y
el gusto lo sabemos, atesora mucho y debe plasmarlo en el ruedo, desde la crítica
experta se le espera ansioso y sin perdón, no valen medias tintas se juzgara
por su valía y su tesón y vendrán las críticas, constructivas o no a razón de
lo que acontezca, en resumen y para apoyo incondicional de un amigo y querido Carlos
Aranda.
Mucha suerte que la Virgen y tu Cristo te
protejan, yo al menos mi vela a mi
Santísima Virgen del Monte la cual pasadas 24
horas cumplirá 50 años de Coronación estará de tu parte y de la mía. La
afición de tu pueblo y los limítrofes seguro estarán allí para apoyarte,
ambiente lo hay y mucho.