JAVIER FERNÁNDEZ-CABALLERO
Madrid y su plaza de toros están llenos de personajes pintorescos que, día a día, corrida a corrida, llenan de anécdotas el desarrollo del espectáculo. Desde la ya célebre exigencia del tendido 7 hasta el acuerdo o desacuerdo con el que las andanadas juzgan la actuación de un torero. Entre esos personajes y entre esas historias se encuentra la de Laura, una gran aficionada a la Fiesta y asidua a la plaza de Las Ventas no sólo en Feria, sino en todos los festejos que se celebran en ella a lo largo de la campaña.
Laura tiene su asiento en el tendido 3, «pero como tengo muchos amigos, siempre me puedo bajar un poco más abajo”, asegura efusiva. Con su clásico «OLE” por bandera, a sus 87 años todavía sigue acudiendo y animando todas las tardes en las que la Monumental necesita de su apoyo. Sin duda, la historia de Laura es de las que serán recordadas para siempre en el toreo: ella misma se jacta de la amistad que comparte con numerosos toreros, subalternos, profesionales y aficionados. Y se siente orgullosa de ello.