Gómez del Pilar dio la cara con creces el pasado 31 de mayo en la plaza de toros de Las Ventas… pero pagó su entrega con sangre. Días después, entrevistamos al torero toledano y hablamos de su futuro, de cómo valora la tarde de Madrid y de cómo vive la recuperación de la cornada sufrida.
P – Torero, lo primero es darle la enhorabuena por la tarde del pasado San Iisdro, sin duda una de las más importantes de su carrera.
R – Muchas gracias, estoy muy contento. Es de las tardes que pueden marcar mucho. Lo difícil de Madrid es estar siempre a la altura al fin y al cabo con una corrida tan dura no es fácil conseguirlo. No nos regaló nada, y sobre todo, si me preguntas que cómo al final le pegué pases al toro no lo sé. Pero durante la lidia quería ir viéndole cosas, ir imaginándomelas, y alguna de ellas me permitieron expresarme. Dentro de toda la dureza y agresividad que tenía, el animal tenía buen fondo. Había que intentar llegarle. Con una tanda por el lado derecho me quedé muy a gusto, y luego en tres o cuatro naturales de frente, me quedé muy satisfecho
P – Esos naturales fueron increíbles por como trazas el toreo ante lo que tenías delante.
R – También intento torear bien dentro de lo que tengo delante. Luego sabemos que, en estas corridas navegar o torear bien los toros es muy difícil por la dificultad que conlleva. Pero eso te permite aunque sean tres o cuatro muletazos buenos. Intento que no sea solamente una guerra, sino que eso se eche hacia adelante, toreando
P – No pudiste torear en Vic-Fezensac, debió ser duro tras ser el triunfador del pasado año.
R – Es duro, eran dos tardes en las que me lo tenía que jugar todo. Uno quiere ser habitual e imprescindible aunque sea en este tipo de corridas de toros. Esa madurez que se vaya viendo, que no sea solamente sea lucha, sino el ir creciendo. La tarde del pasado lunes se me hizo demasiado dura, porque yo quería ir, pero es verdad que siendo honesto con uno mismo, no puede ir uno a medio gas, y después de la tarde del otro día, no era lo más oportuno.
P – Pamplona, salieron pronto los carteles y no se contó con tu tarde porque no dio tiempo.
R – Uno siempre intenta entrar ahí. Da rabia, pero cuando no está para uno, no está. De nada sirve calentarse la cabeza. Cuando van saliendo carteles y uno no se ve anunciado, interiormente fastidia, pero la plaza está ahí, por muchos años, y nosotros seguiremos.
P – No llegaste, por desgracia, a ser el cuarto hombre de Toledo en salir a hombros de Madrid.
R – Me quedé con la espina de ser el cuarto torero de Toledo en salir a hombros de Madrid. Uno nunca quiere quedarse atrás. Me quedé con la puerta entreabierta, y no pude ni abrirla ni cerrarla, porque el toro me metió para adentro. Al primero le arranqué una oreja y el segundo me ganó la pelea. Son circunstancias, pero estamos preparados para la siguiente.
P – ¿La siguiente?
R – El Tiemblo, el día 11 con una de Adolfo Martín y luego estoy anunciado en Teruel el 8 de julio con una de Baltasar Ibán.