En tierras cercanas a la vecina Cádiz se encuentra la ganadería sevillana de Murube. En las onduladas tierras de Utrera pastan los animales de esta ganadería tan particular, formada por don Manuel Suárez Cordero en 1850 y que en 1863 fue a parar una de sus partes a manos de doña Dolores Monje, viuda de Murube. La cual la formó con animales de don José Arias Saavedra. Con los años la ganadería pasó a manos de don Juan Manuel de Urquijo y Usía. Tras estar de 1917 hasta 1980 en manos de la familia Urquijo fue adquirida a principio de los años 80 por don Antonio Ordóñez Araujo, el cual en 1984 se la vuelve a vender a la familia Murube; concrétamente a don José Murube Escobar padre de su actual propietario, volviendo así a manos de la familia que dio nombre a esta ganadería.
Un hierro con personalidad propia y con unas hechuras muy definidas. Un tipo de toro que durante las últimas décadas se encasilló en los festejos de rejones por su buen tranco y nobleza , pero este tipo de toro daba para mucho más. Tras una dura y ardua selección se ha conseguido que este tipo de toro se acople al toreo a pie. En ‘La Cabatilla’ se cría un tipo de toro armónico en sus hechuras y con la nobleza como principal virtud.
Un centenar de vacas pastan en las onduladas tierras utreranas, muy cerca de localidades como Espera o Villamartín. Aquí el toro convive con otras especies en la que el caballo tiene un protagonismo principal. Una ganadería que tiene el futuro garantizado al contar su ganadero con cinco hijos que aman profundamente el toro bravo y todo lo que representa. José Murube Ricart es marido de Aurora Algarra, ganadero del hierro que lleva el nombre de su padre y que se encuentra en uno de los mejores momentos de su historia.
Aquí en casa de José Murube se vive y respira toro por todos los rincones, su amor por este encaste está a prueba de la historia. Es consciente que tiene una joya genética en casa que tiene que salvaguardar, aquí el toro de Murube no se discute, no pasa por la cabeza un cambio de aires, porque este encaste lleva un apellido ligado a el. El ganadero le ha dotado a sus toros de esa personalidad de la que hablábamos antes, un animal muy definido que poco a poco está entrando en los carteles de figuras por el buen momento por el que pasa. Aún quedan cosas por corregir y potenciar, la ganadería tiene que estar en constante evolución y en esta casa lo saben bien.
Andan lustrosos y rematados los toros de Murube para este 2022. Los machos aguardan su oportunidad para dejar bien alto el pabellón de una familia que se desvive por el toro bravo. Una ganadería de gran personalidad que ha demostrado su versatilidad en la lidia tanto a pie como a caballo; aunque esta última anda algo más aparcarcada en pro de potenciar los festejos a pie. A continuación les ofrecemos una galería de parte de la camada de esta ganadería sevillana.
FOTOGALERÍA: JOSÉ JOAQUÍN DIAGO