Seguimos tocando la puerta de los participantes de este VIII Certamen Alfarero de Plata que se lleva a cabo en la localidad manchega de Villaseca de la Sagra. Francisco Mazo, joven de 20 años nacido en Albacete, busca tras varios años en el escalafón sin picadores caer de pie en este certamen de tanta importancia. Su cita con la afición de Villaseca el próximo sábado puede volver a ponerle en boca del aficionado más exigente.
Cultoro ha querido ponerse en contacto con el novillero de Albacete para saber de primera mano cómo encara esta oportunidad que se le da en Villaseca: «Es muy importante para mí estar en Villaseca, es un gran escaparate para darme a conocer y una gran oportunidad para un novillero sin caballos. Estar anunciado en un certamen así es un privilegio, por los pocos novilleros que son capaces de pasar y por la gran repercusión que tiene».
Pese a su juventud y su corta carrera; 10 novilladas sin picadores, sabe que en el toreo no hay que correr: «El debut con caballos se ha planteado, pero creemos que lo más lógico es debutar el año que viene a principio de temporada. Tengo que seguir puliendo defectos para llegar más cuajado al siguiente escalafón».
El de Albacete sabe de la importancia de su paso por Villaseca: «Esta plaza supone mucho para un novillero, es una gran oportunidad y poder ganar el Alfarero de Plata sería un gran escaparate, a partir de ahí si logro alzarme como triunfador pueden abrirse muchas puertas en plazas de relevancia».
El tener un concepto definido del toreo y unos espejos en el cual apoyarse es fundamental para esos toreros que empiezan y aún no están macerados. Francisco lo tiene claro, sabe que tipo de toreo es el que le llena: «Busco un toreo poderoso, ese en el que el sometimiento es básico. Para mí, uno de los mayores referentes es José María Manzanares padre, además del maestro Dámaso González».