Este lunes, sobre las 13:00 horas, tenía lugar en el Salón de Carteles de la Real Maestranza de Caballería de Sevilla la presentación de el ciclo de novilladas nocturnas del mes de julio en el coso del Baratillo. Allí en un abarrotado salón esperaban a Ramón Valencia tanto la prensa como los novilleros participantes en este ciclo que cumplía este 2022 su 35ª edición.
Pero la sorpresa para los allí presentes vino de la mano de un joven que acompañaba a Ramón Valencia, minutos después se supo que se trataba de su hijo. «Os lo presento, para ahorraros preguntas: es mi hijo Ramón Eduardo Valencia Canorea, nació en Sevilla, estudió en Madrid en la Carlos III y estuvo tres años trabajando allí en un banco. Después regresó para trabajar en la inmobiliaria familiar y desde hace unos meses es secretario y consejero de la empresa Pagés«, señaló Ramón Valencia.
Este joven de poco más de 30 años es sobrino de Eduardo Canorea, nieto del recordado y añorado Diodoro Canorea y bisnieto de Eduardo Pagés, que entró como empresario en la La Real Maestranza de Caballería tras la rescisión del contrato por parte de su anterior gestor a finales de 1932. Eduardo Pagés montó su primera temporada taurina en 1933, cumpliéndose este año el 90 aniversario de dicha empresa al cargo de esta emblemática plaza.
Este sevillano será por tanto la cuarta generación de la casa, y llevará a cabo la faceta desempeñada hasta la fecha por Pedro Rodríguez Tamayo, en su caso como nuevo secretario y consejero de Pagés. Sabe la responsabilidad que entraña entrar de lleno en una empresa de este calibre, más si cabe con la posibilidad de desembarcar también en la primera plaza del mundo. Sevilla es su casa, la Maestranza su plaza, de ahí que este nuevo reto sea algo que se toma con la máxima ilusión. «Este es un reto que afronto con la mayor de las ilusiones, es un privilegio poder sentarme aquí y trabajar en pro de la Fiesta como siempre se ha hecho en esta familia«.
Con este paso adelante de Ramón Valencia se le da un toque renovador a una empresa en la que se echaba de menos savia nueva, ahora con la incorporación de este joven sevillano se abre una nueva etapa en la gestión de la plaza, esa en la que no se atisba un cambio de empresario a corto plazo: «Los empresarios nunca se jubilan, mi hijo me ayudará, está aquí para aprender y formarse, de momento no le voy a ceder el testigo», comentó el empresario manchego.