Hoy os traemos a uno de esos novilleros desconocidos que en poco tiempo pueden estar en boca de todos los aficionados, se trata de Miguel Ángel Delgadillo Macías, es de de Ojuelos Jalisco, cerca de Aguascalientes, pero actualmente vive en Castilla-La Mancha. Vino a España en busca de un sueño, de una oportunidad para meter la cabeza en las ferias de novilladas.
Como muchos de sus compatriotas quiso dar el salto a Europa y probar suerte. México es una tierra de grandes toreros, de novilleros y matadores de renombre, pero para llegara esas cotas es necesario torear, y en España esa oportunidad es mayor que en su tierra de origen. Descolgamos el teléfono para hablar con él.
Hay novilleros que empiezan desde muy jovencitos, otros esperan a formarse y dar el paso, el caso de Miguel Ángel es muy particular: «Llevo siete años queriendo ser toreros. Estuve entrenando con Roberto Ramírez, luego me apunté en la escuela de Aguascalientes, donde somos 40 alumnos… pero es muy difícil que te den una oportunidad, de ahí que me viniera a España a probar suerte»
Sin duda el país azteca es una ferviente cantera de novilleros, esos que luego pasan a ser matadores de toros: «Los toreros mexicanos que están funcionando ahora se les ha dado bien y están triunfando. Son un ejemplo para todos los que estamos empezando, son un espejo y tenemos que ser esponjas en todo lo bueno que hacen».
Se vino de Aguascalientes por la cantidad de compañeros que había, las oportunidades menguaban, de ahí que buscara un sitio en España en el que pudiera tener oportunidades: «Me iba a venir a la escuela de Madrid, y en cuanto pasó la pandemia empecé a ver las escuelas taurinas. Quise ver una escuela que no fuese muy grande en alumnos, por lo que decidi que fuese la de Alcázar de San Juan«.
Una escuela y una localidad a las que Miguel Ángel supo adaptarse: «Me han tratado muy bien, me han echado una mano económicamente, he hecho un tentaderos en Las Cuadrillas y enseguida pude acompañar a un compañero a un bolsín y ahí me dieron la oportunidad de torear».
Sin duda México supone todo para él, hablábamos antes de los espejos esos en los que se fija a diario: «Mis referentes son todos, respeto a todo aquel que se atreve a ponerse delante de un toro. Pero me quedaría con Rodolfo Rodríguez El Pana».