Debuta en Arles como matador de toros el próximo sábado al lado de El Juli y Paco Ureña, dos toreros pilares de la cumbre del escalafón y que son un referente para su joven carrera. Adrien Salenc, desde que terminó el confinamiento, ha estado preparando día a día una cita fundamental en su carrera, ya que es la plaza de la ciudad en la que vive, el coso donde siempre ha soñado hacer el paseíllo junto a Nimes, uno de los escenarios de sus sueños…
Arles espera a Salenc y Salenc espera a Arles, ¿cuántas veces habías soñado hacer el paseíllo en este coso? ¿Cómo te has preparado?
Muchas. Muchísimas. Desde que salí del confinamiento he tenido la suerte de no parar en el campo, volviendo a los entrenamientos con total normalidad, siempre con todas las medidas sanitarias y cumpliendo las restricciones de movimiento entre Comunidades. Estar toreando en el campo me ha permitido no perder comba en el día a día de un torero.
El Juli, tu maestro. El nombre de la escuela en la que te has hecho torero. Tu referente, supongo, ¿no?
Sí, en este cartel lo supone todo para mí. Igual que el día de mi alternativa, en el que compartí cartel con el maestro y con Roca Rey. Es una responsabilidad grande pero una motivación enorme torear a su lado. Muy fuerte. Te pone un plus de presión, pero para bien, para crecer, para que uno se venga arriba al lado de esas figuras. Es imposible estar a su nivel, pero lo intentaré a pesar de llevar muy pocas corridas. Lo supliré con las ganas y con la entrega.
Los que seguíamos tu carrera desde novillero vemos ahora un torero más cuajado, más templado, con más poso… ¿te ha venido mejor el toro?
Ha sido un paso para bien. La alternativa me pilló muy preparado. Ya había toreado muchas novilladas con caballos, que se asemejaban más a corridas de toros que a novilladas, y la mente y el cuerpo estaba pidiendo eso. He sentido bien el ritmo del toro, se lo he cogido pronto y me ha gustado más desarrollar el concepto del toreo que tengo delante de los toros porque su embestida es mucho más despaciosa y exige el doble de entrega. Al final, ese es mi concepto: la entrega y la despaciosidad.
La repercusión que puede tener el festejo, al ser televisado, es muy importante.
Por supuesto. Puede tener una trascendencia tremenda en caso de que haya un triunfo. Ese día es una oportunidad muy grande la que me brinda Juan Bautista poder torear en Arles con ese cartel de figuras. La televisión es un punto mayor de responsabilidad, y eso es solamente beneficioso: uno va pensando que las cosas pueden ir de maravilla.
Matarás dos toros de Santiago Domecq y Pagés-Mailhan, ¿qué has toreado de estos hierros?
Estuve en la ganadería de Santiago Domecq para matar cuatro novillos hace unos días y de Pagés-Mailhan toreé un novillo suyo hace dos años en la Feria de la Vendimia y le corté una oreja, por lo que he tenido buenas sensaciones con esos hierros. Son toros con hechuras muy buenas para embestir, pero el melón no está bueno hasta que no se abre…