SEVILLA

Aguado despide su temporada paseando una oreja en Sevilla tras una obra de personalidad


domingo 20 octubre, 2024

Aprovechó Aguado la nobleza del quinto para cincelar un recibo capotero de gran cadencia y torería, y luego una obra muletera de personalidad

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Foto: Porcuna

Aprovechó Aguado la nobleza del quinto para cincelar un recibo capotero de gran cadencia y torería. ’Jaranero’ la tomó con ritmo y el sevillano dejó volar su capote en lances a media altura con el percal cogido muy en corto. Por delantales fue el posterior quite en el centro del ruedo, ese donde volvió a torear sobre la cintura dejando pasar al animal en torno a ella. Todo lo hizo con cadencia y armonía, virtudes que repetiría en un nuevo quite; este por chicuelinas, con el animal ya cada vez más parado y desentendido. Breve fue el brindis a Romero, torero al que le une una gran amistad. Aguado siempre fue consciente de la bondad del astado, pero también de su fragilidad, de ahí que todo lo hiciera a media altura. Le puso expresión a cada muletazo, todo lo quiso hacer despacio, como la trinchera de remate, esa que dibujó en un final de serie que duró una eternidad. Tuvo ritmo y buen embroque el astado salmantino, virtudes que el hispalense supo aprovechar en muletazos con sello de autor. Si bien es cierto que algunos fueron medios pases, estos fueron dibujados con esa personalidad que tiene este espada. Labor de pasajes sueltos, de pinceladas de un espada con una personalidad propia. Con el toro muy a menos buscó ponerle broche a su obra con una serie a pies juntos por naturales, pero el animal ya salía muy desentendido. Tras enterrar el acero le sería conceda una cariñosa oreja tras la petición de una afición que valoró todo lo bueno que hizo el diestro sevillano en su cierre de temporada.