CONTRAQUERENCIA

Ahora la entrega se pita…


martes 23 mayo, 2017

Me pongo en los zapatos del francés y pienso que, si hubiera decidido tirar las tres cartas, habría pasado lo mismo: nada

Me pongo en los zapatos del francés y pienso que, si hubiera decidido tirar las tres cartas, habría pasado lo mismo: nada

DAVID JARAMILLO

Poco, muy poco se puede rescatar de una corrida como la de
este martes, con toros que no fueron ni buenos, ni malos, ni nada… Por no
ser, ni fueron. Y es normal y entendible que el personal se cabree, porque a
los toros se va a emocionarse y hasta el cabreo entra en el presupuesto. Pero
si hay algo en lo que no podemos caer es en el desprecio y me detengo en esto
porque hoy los toreros, en especial Juan Leal, se jugó el pellejo como un
desesperado y lo único que recibió fueron pitos y chillidos que despreciaron y
ningunearon su esfuerzo.

Me pongo en los zapatos del francés y pienso que, si hubiera decidido tirar las tres cartas,
habría pasado lo mismo: nada. Pero estaba en Madrid, la plaza que hace un año
de despidió con respeto tras una más que sería confirmación de alternativa, y
sacó toda su vergüenza torera, se la jugó a la única bala que le queda en la
recámara para que no hubiera ni una persona que quedará indiferente con su
actuación. Y lo consiguió, pues durante la lidia del tercero fueron muchos los
que dejaron de lado el WhatsApp y el Twitter (lo de las pipas no es tan
milenial) para asustarse con el casi suicida arrimón de Leal. Y soy el primero
en pensar que se jugaba una cornada en vano, porque nadie estaba echando
cuentas de la corrida y lo que significaba su gesto, pero valoro muchísimo que
no se haya rendido y optado por lo fácil. ¡Chapeau!

Por eso mismo me duele que en Madrid, una plaza generalmente
sensible y generosa con este tipo de toreros que se lo dejan todo en la arena,
hoy hayan algunas personas que se haya atrevido a menospreciar algo así. No
digo que les guste, que lo aplaudan, pero al menos que lo respeten. Se lo ha
ganado él y todos los que, como Juan, hicieron el esfuerzo.

Dicho esto, hay algo que tampoco quiero dejar pasar por
alto. Durante estos últimos días se ha visto en la plaza una pancarta (hoy en
la entrada de los tendidos altos de 4) recordando aquel anunciado y frustrado
festival en Las Ventas en memoria de Víctor Barrio. No sé de quién es la
iniciativa, pero la apoyo decididamente. Porque no podemos dejar pasar algo tan
importante. Víctor nos dejó el pasado
verano y en su momento, con el dolor latente, todos quisieron sumar y tirar
para adelante. Hoy ha pasado el tiempo y parece que de aquel empuje poco queda.
No dejemos que esta idea se pierda se lo
debemos a él, a su familia y al toreo. Las Ventas tiene que tener un festival
en su recuerdo.