La mirada que sueña con el toreo. La ilusión de Alberto Escudero es la propia de quien pone todo sobre la mesa, a pesar de que sabe que el camino no es fácil. El salmantino inició su temporada el Domingo de Resurrección, y allí, se topó con la cara y la cruz de la moneda.
Sentimientos encontrados en Zamora…
Así es. Corté las dos orejas y estoy satisfecho por la actitud, la entrega fue máxima a pesar de que sé que puedo dar mucho más en el ruedo. A veces la falta de contratos, el saber que tienes una novillada y que no sabes cuándo será la próxima te hace no disfrutar como te gustaría y relajarte más, pero creo que las sensaciones fueron muy buenas.
Lo peor vino con la cogida, pensé en un principio que había sido más, y me supo mal no poder matar mi novillo, pero de todo se aprende, de esos sustos y de lo malo también, y ya sólo pienso en volver a estar pronto.
Una vez más, compartiste cartel con Alejandro Marcos ¿Rivalidad y amistad van de la mano?
Sí, aunque realmente noto que nuestros caminos se están separando. Por sus circunstancias él ya está en otro tipo de situación. En la pasada temporada ya estuvo en alguna feria de novilladas importantes, este año está en Madrid, y yo eso es por lo que estoy luchando ahora. Mi temporada el año pasado fue muy distinta a la suya, yo me la tomé como aprendizaje y rodaje, ahora ya toca la responsabilidad, aunque sí, la rivalidad entre nosotros sigue ahí.
La evolución se nota…
Yo creo que sí, al menos yo sí la siento. Ahora soy capaz de cuajar un mayor número de animales, he aprendido muchísimo y ahora sí sé lo que es sentir el toreo, algo que la impaciencia antes no me dejaba.
¿Qué metas hay marcadas para este 2015?
Mi objetivo es estar en las principales ferias novilleriles como Arnedo, Algemesí o Villaseca de la Sagra, y por supuesto la presentación en Madrid, esa es mi mayor ilusión. Espero que así la empresa lo considere, pues creo que por lo que he toreado con cierta regularidad de triunfos podría encajar.
¿Cada vez estás más cerca o la realidad puede en ocasiones desilusionar?
Soy consciente de que es muy difícil, simplemente el hecho de entrar en las ferias, pero al mismo tiempo siento recompensado mi esfuerzo por sentir lo que me hace expresar tener al animal delante, el ver que lo que voy entrenando lo voy asimilando y ver cómo se van cuajando cosas que el año pasado parecían imposibles…
¿Con qué sueña Alberto Escudero?
Un único sueño: sentirme lleno como torero interpretando lo que siento. Si eso soy capaz de llevarlo a cabo, el sueño se cumplirá.
¿Quién camina contigo de la mano en el camino?
Hay personas que han estado ahí siempre, luchan y sufren cuando yo lo hago. Amigos, familia… esa gente que sabes que pase lo que pase van a estar. Por supuesto mi apoderado, Andrés Sánchez, que desde el principio ha confiado en mí.
La relación entre ambos es buena…
Muy buena. De Andrés pienso que es capaz de cualquier cosa, incluso perjudicarse a él mismo con tal de beneficiar mis intereses. Él sabe muy bien por lo que ha vivido en su carrera lo que hay que hacer y lo que no hay que hacer para ser figura del toreo, por lo tanto, mi fe en él es ciega.
¿Qué valores conforman tu persona?
La constancia. Siempre he creído que si luchas, teniendo cualidades, la recompensa llega, y yo lucharé hasta el último aliento.
Para concluir. El valor, dices en tu perfil de twitter, es la capacidad de afrontar el miedo. ¿Cuál es el mayor miedo?
Salir de la plaza y no haber sentido lo que he hecho, el estar en una plaza de verdad. Cuando estás jugándote la vida delante de un toro, eso hay que sentirlo de verdad, las orejas son importantes, pero lo que yo quiero expresar es lo que siento y mostrarme como realmente quiero.
FOTOS: Pablo de la Peña / Salamancartvaldia.es