Alberto Lamelas dio un golpe de tres orejas el pasado domingo en el coso francés de Arles, algo que deberá tener su eco en los contratos en la primera parte de la próxima temporada y en el final de ésta. Tres premios en una plaza de primer orden como es Arles a la corrida de Yonnet que certifican el buen momento que pasa el jiennense.
“Ha sido de las tardes que menos presionado he salido”, señala en palabras a la redacción de Cultoro. “Me encuentro en un momento muy preparado, me siento con los deberes hechos y estaba muy tranquilo. Esa actitud se reflejó delante de los toros: me vi muy suelto y muy fresco. Por fortuna, mi primer toro fue importante y ya desde el capote pude torearlo a gusto. También sentí cómo el público entró rápidamente conmigo. Sentí que lo que estaba haciendo estaba llegando con fuerza”, expone el matador jiennense.
Sobre ese primer toro de las dos orejas, señala que “pude bajarle la mano a ese toro y disfrutar. Hubo momentos en los que pude gustarme y hacer el toreo que quiero; con las corridas que yo lidio no es fácil poder sacar eso. Además, le metí la mano con la espada. Era clave, porque sabía que había premio gordo ahí. Y llegaron esas dos orejas que tanto necesitaba y que creo que me van a hacer mucho bien”.
El segundo toro “fue más complicado, era alto, no humilló… era más exigente y soltaba mucho la cara. Estuve muy fresco con él. Yo no estaba pasándolo mal, a pesar de que todo el mundo me decía que fuese a por la espada. Le cuajé diez o doce muletazos que se los tragó por el lado derecho, y luego volví a meterle la mano”, reconoce.
Arles es una plaza de “primerísima” en Francia: “Todo el mundo sabe que no es fácil triunfar ahí y pegar ese golpe de cortar tres orejas. No me vuelvo loco: sigo teniendo los pies en el suelo, porque ya sabemos cómo está esto. Pero estoy contento porque el trabajo está hecho”, concluye Lamelas.