Hace varios meses que este portal viene hablando con un número importante de ganaderos para conocer la situación actual del campo bravo y una camada 2025 que aún arrastra problemas derivados de la pandemia. Poco a poco, los primeros espadas del escalafón dan el paso y apuestan por anunciarse con vacadas de sangre Santa Coloma, Murube, Albaserrada o Núñez, encastes que se dan en vacadas tan importantes como La Quinta, Castillejo de Huebra, Victorino Martín o Carlos Núñez.
Dentro de esa amalgama de hierros se encuentra Alcurrucén, propiedad de la familia Lozano que comenzó su temporada con un indulto en el coso cacereño de Navalmoral de la Mata en un cartel de figuras. Por delante le quedan tres compromisos de altura en plazas como Sevilla y Madrid, haciendo doblete con corrida y novillada en San Isidro, cosos de enorme importancia dentro del calendario taurino en un 2025 donde la vacada lidiará más de 20 festejos.
Se trata de una camada baja y armónica, en la que hay una amalgama importante de toros que saldrán con destino a plazas de primera, segunda y tercera categoría, amén de tener también presencia en varios municipios como Beas de Segura (Jaén) donde existe una apuesta sin fisuras por el toro en la calle. Más de 100 toros que volverán a saltar al ruedo de una amalgama importante de cosos.
Una de las plazas donde volverá tras años de ausencia es el coso de Vista Alegre de Bilbao, ruedo donde se anunció por última vez el 25 de agosto de 2018, tarde donde se anunciaron con los ejemplares de la familia Lozano el valenciano Enrique Ponce, el riojano Diego Urdiales, quien cortaría un total de tres orejas, y el madrileño Julián López ‘El Juli’. Una vacada que perdió su sitio en el coso norteño tras lidiar ininterrumpidamente durante nueve campañas consecutivas.
Alcurrucén y una temporada que superará los 20 espectáculos

“La camada de 2025 es más amplia que la lidiada el año pasado, pasaremos de 13 a unas 15-18 corridas de toros. Prácticamente toda es cuatreña, existiendo algunos animales cinqueños, pero vamos, la base de ésta son toros de cuatro años”, nos comentó Teo González. “Luego lidiaremos varias novilladas picadas y otras tantas sin picar. Es el número en el que nos solemos mover todos los años, nos gusta lidiar de erales y de utreros para ver los nuevos productos”.
Hace unos días, nuestro compañero Pablo Ramos estuvo fotografiando la camada al completo de un hierro que, como gran sorpresa, regresará a uno de sus cosos emblema esta temporada: el de Vista Alegre de Bilbao.
FOTOGALERÍA: PABLO RAMOS





































