Alcurrucén es el hierro de la familia Lozano que pasta en tierras toledanas, pero detrás de esta vacada está la historia de superación de una de las sagas taurinas más importantes de la historia. Con el encaste Núñez por bandera, son defensores a ultranza de este tipo de toro que es de salida muy frío pero conforme van avanzando los dos primeros tercios van ahormándose para sacar lo mejor de sí.
El gran recuerdo de dos toros importantísimos en los últimos años en este hierro y en Madrid, «Jabatillo” en 2015 al que desorejó Castella y «Malagueño” en 2016 al que le cortó las orejas David Mora, permanece en el runrún de esta plaza. En 2020 volverá a Bilbao, tal y como ha asegurado su criador, Eduardo Lozano, tras un año de ausencia. Sin duda que el Botxo es una de las plazas emblema de esta ganadería.
Además, abrirá pronto temporada en una corrida en Valdemorillo que será lidiada por Juan Ortega, José Garrido y David de Miranda en el primero de los carteles de la feria de San Blas y la Candelaria. El mítico ganadero toledano ha explicado que “nos hace mucha ilusión lidiar y debutar en este coso tan importante en el mes de febrero para los toreros que están empezando. Son tres matadores que quieren comerse el mundo, que tienen ganas por llegar a ser alguien en el mundo del toro y eso es lo más importante”, ha declarado.
Además, Lozano ha dicho que “la corrida es bonita, está bien escogida, y tiene todas las de embestir”, augurando que será un gran festejo. Para esta temporada tienen “entre quince y dieciséis corridas de toros” preparadas, con la gran noticia de la vuelta a Bilbao tras un año de ausencia en el coso de Vista Alegre: “Tenemos diez toros preparados para esa plaza que tanto ha significado para nuestra ganadería”, comenta Lozano.