Emilio Méndez
El novillero mexicano Alejandro Adame, se presentó en la plaza de toros más importante del mundo, Las Ventas de Madrid, fue el pasado viernes 1 de octubre en la 2ª novillada de la Feria de Otoño. Una tarde en la que el de Aguascalientes ha dejado una firme e importante actuación estando muy cerca de obtener una oreja que quedó en una ovación de peso después de cuajar una faena muy completa al primero de lote de la ganadería de López Gibaja, una faena muy de Madrid, pero quien mejor que él para decirnos cómo vivió la tarde y cuáles fueron sus sensaciones.
Llegando a Las Ventas
“Fue un día muy difícil, estuve todo el día intentando no llorar, de la emoción, de la presión, de estar feliz, por que me sentía un privilegiado de torear aquí y estaba muy feliz, en cuadrillas llegaba todo el mundo y me pegaba un abrazo que con José y el maestro Zotoluco y el matador Mario me decían <Venga Cabrón> me daban golpes de aliento y en ese momento decía, ni me abracen que voy a llorar y la verdad cuando hice el paseíllo me vine arriba, es la plaza donde todos queremos estar y por qué voy a pasar miedo y por qué tengo que estar presionado, entonces dije, no voy a inventar nada, no voy a hacer algo que no haya hecho nunca, simplemente de lo que yo estoy seguro lo voy a salir a hacer bien y a disfrutar”.
El quite por chicuelinas como carta de presentación
“Salgo y tampoco vi al novillo como para quite, también por compañerismo, pero me paso una cosa, que cuando me hago presente en el ruedo, por lo menos para soltar los brazos, mi compañero me tapa, y dije no, ahora se lo pego y me acuerdo que el novillo ya estaba un poco agarrado al piso, pero cuando me puse yo firme, le pegue el primer toque para la primera chicuelina y pues yo no vi nada del otro mundo y bueno se me quedo ahí en un capotazo, a mitad de merced, pero por lo menos que se mostró que yo vengo entregado y que me voy a quedar lo más quieto posible y pues me lo agradeció la gente, por lo menos ya estaban expectantes a ver qué iba a pasar y yo que hacer con mis novillos”.
La faena del primero del lote
“ Muy bonito “Unelabios” se llamó, y mira tengo una ventaja, que siempre he manejado bastante bien el capote, lo vi rápido al novillo y se venía un poco por dentro por el pitón derecho, pero tenía movilidad y transmitía y pues incluso el recibo de capote fue un poquito arrebatado, pero creo que hubo lances bonitos, la media a pies juntos y la revolera que ya de por sí la atención la tenía con el quite y yo creo que la gente empezó a romper”.
Con la muleta
“A lo mejor no era el mejor inicio para el novillo, por que el novillo fue bravo y lo que estaba haciendo en el capote se empezó a quedar un poquito corto, pero dije, ya estamos aquí, ya estaban los medios y vine a echarle un poco de agua. No suelo hacer el pase cambiado, pero Madrid lo amerita y fue otra intención, a mis compañeros con los otros novillos, no se les estaba dando bien y al final hay que intentar que no te afecte eso y fue también otra manera de romper el hielo, hasta conmigo mismo, para calentarme, luego ahí un par de tandas emocionantes por el pitón derecho, un pase de pecho que lo disfrute enorme, que fue eterno, y luego la última tanda con la mano izquierda que ahí fue cuando el novillo dijo, ya me entregué, y fueron las mejores embestidas que pegó, al final”.
Ponerse en el sitio
“No me considero alguien que venda humo, siempre aunque este aquí, aun que este en San Juan de las Piedras, yo no voy a engañar a la gente, y obviamente, si hay un sitio, es por que ahí es donde embisten los toros, y sobre todo este tipo de toros como “Unelabios” que era un novillo bravo y si en un momento llegué a quedarme un pelín atrás, pues el se me venía más vencido, con la colocación así no le iba a pegar pases y ya que el esfuerzo de estar aquí, tenía un trabajo muy hecho desde atrás y por que al estar aquí no lo iba a hacer”.
El final de faena
“La verdad que cuando le pegue el final, generalmente aquí vienen los novilleros y no salimos de bernardinas, manoletina, que si de rodillas para acá pa allá, y dije, mira voy a pegar unos ayudados por bajo que el novillo lo va a gradecer, luego se me venía por dentrito pero yo creo que calaron mucho en el público y hubo un par de trincherillas que me sentí mucho y ya con la espada, me tiré con toda la fe, toda la voluntad, no cayó en el sitio esperado y ahora si, en el descabello vino la ruina”.
Las lagrimas de un hombre y de un torero
“Lagrimas de todo, de la presión, tenía ya la oreja cortada, no me iba a cambiar de vida pero iba a ayudar bastante de cara a México, yo venía representando a mi país, y yo quería que también en mi nombre y en nombre de mi familia, pues oye, tocar pelo en Madrid, ya es un logro muy fuerte, fue ahí un coraje y al final lo del viernes para mi era un sueño y estuve a nada de casi concretarlo”.
El segundo novillo del lote
“yo salí con todas las ganas, pero no fue el mismo recibo de capote que del primero, pero yo toda mi intención era pegarle pases y torearlo y ponerle toda mi voluntad y cuando lo llevo al caballo, vi que le aprete un par de capotazos por abajo y se me vino a menos, cuando entro al caballo, se medio amagó ahí, las expectativas no fueron las mejores y sobre todo que a la gente no le gustó el novillo, por su falta de fuerza, hasta se me cayo un par de veces ahí, pero yo intenté cuidarlo, pero al final aquí, no se viene a cuidar a los toros, por que no hay tiempo y no hay paciencia, no se pudo concretar una faena, me quede con la espinita y por lo menos que vean mi voluntad y que ahí está un tío”.
¿Qué sigue?
“pensar en México, hechar el invierno por allá, y pues yo tengo muchísima ilusión de regresar a mi tierra Aguas, tengo muchísimas ganas de estar en Guadalajara, México o lo que se venga, la siguiente novillada que tengo es el día 31 en Texcoco, un bonito compromiso, que toreo con Manuel Perera que ha sido uno de los novilleros revelación aquí en España y pues puede ser una pelea de gallos buena”.