ENTREVISTA

Alejandro Marcos: “A Madrid voy a por todas, con verdad, sin trampa”


jueves 30 abril, 2015

Un sueño, un objetivo, y una obsesión se adueña en las últimas horas de la mente del salmantino Alejandro Marcos: Las Ventas

Un sueño, un objetivo, y una obsesión se adueña en las últimas horas de la mente del salmantino Alejandro Marcos: Las Ventas

Es la
posibilidad de cumplir los sueños, dicen, lo que hace que la vida sea
interesante. Un sueño, un objetivo, y una obsesión se adueña en las últimas horas
de la mente del salmantino Alejandro Marcos: Las Ventas.
El
novillero se presenta mañana viernes 1 de mayo en Madrid, la plaza de toros más
importante del mundo. La responsabilidad es alta. Sabe que esa tarde se escribe
una página que marcará un punto de inflexión en su carrera, y Alejandro Marcos
no está dispuesto a pasar de largo…

¿Cómo
se sueña esa tarde?

Ni siquiera puedo definirlo. Se sueña, sí, y
me quita el sueño también, aunque tengo fe en mí y en mi preparación. Tengo
condiciones para conquistar Madrid, quiero hacerlo. Desde que decidí querer ser
torero he soñado con abrir la puerta grande de esta plaza, ojalá sea mañana, no sólo abrir esa puerta,
sino dejar buenas sensaciones.

¿Cuáles
son los miedos?

Pensar en cómo voy a estar yo. Quiero estar a
la altura, y la espada es lo que más me quita el sueño por los pinchazos en mis
últimas actuaciones. En Zamora pinché tras una faena importante y eso me privó
de las orejas. Es la incertidumbre de lo que va a pasar lo que estos días
previos lo que me está obsesionando, aunque no dejo que esos miedos me puedan.

La evolución en sólo un año es algo evidente.
Hay condiciones.

Yo creo que sí, el año pasado toreé doce
novilladas, y este año llevo tres y me veo mucho más preparado. La evolución ha
sido buena, tengo algo diferente que a la gente le emociona y eso es lo que voy
a intentar que florezca en Madrid.

¿Al
estar cada vez más arriba se ven las metas más lejos por las trabas que hay en
el camino?

En realidad sí. Es una sensación
contradictoria. Estás más cerca pero también ves que cada día es más difícil.
Cuando estás en la Escuela Taurina todo lo ves fácil, pero ahora todo depende
de ti, de lo que pase tarde a tarde en la plaza, o a veces simplemente dependes
de intereses profesionales, y eso tiene que desaparecer.

¿Qué es lo más difícil?

Cerrar tardes. Muchas ferias las dan las
mismas empresas, y esas empresas a su vez apoderan a ciertos novilleros y son
ellos los que torean en sus plazas. Lo que yo tengo que buscar es dar un golpe
lo suficientemente importante para que tengan que contar conmigo si o sí.

Una vida por y para el toro…

Sí, desde hace un año que decidí dedicarme
única y exclusivamente a mi preparación como torero mi vida la marca el toro.
Todos los días entreno de salón con mi maestro, Juan José, y entrenamiento
físico que compagino además con los tentaderos en el campo, que por suerte son
muchos. Los ganaderos se vuelcan conmigo y es algo que siempre voy a agradecer
pues es fundamental para mi preparación.

¿Qué consejos da Juan José?

Estos días preparando la tarde en Madrid
siempre me dice lo mismo, y es que lo que haga allí tiene que ser con verdad,
que allí no valen trampas ni excusas. Él siempre ha creído mucho en mí, y de él
siempre me quedo con esta frase: «Lo que tú le des al toro el toro siempre te
lo va dar a ti”.

La
fidelidad de tu apoderado y de tu gente hace el camino más fácil…

Sí, siempre es lo que impulsa a seguir. Son
muchos los que me apoyan siempre, pero si tengo que destacar a alguien es mi
tío Pedri que es el culpable de mi afición a los toros, tengo además mucha
complicidad con Pablo Jiménez, buen amigo y mozo de espadas, otro buen amigo
que se llama Juan José y por supuesto mis padres y mi hermana.

Tus
paisanos siempre son fieles también a ti. En Madrid van a estar contigo, una
vez más. Tres autobuses y sumando…

Me siento muy querido y muy agradecido. Eso me
hace sentir más responsabilidad, pero el saber que ellos van a estar ahí y
otros muchos aficionados de Salamanca me darán más fuerza y más coraje para
motivarme. Tengo todas mis ilusiones en mañana, sé lo que está en juego: mi
futuro.

En Madrid empezó todo y en Madrid están ahora
las mayores ilusiones, ¿no?

Así es. Fue en Madrid cuando siendo más niño
me di cuenta de que quería ser torero. Fui a ver a Juan Mora, reventó la plaza
y pensé: ¿y por qué no podría ser yo como él? Y así decidí que era esto lo que
me llenaba, ahora ya a ofrecer mi mejor versión y gustar.