El próximo domingo 7 de Mayo se celebrará en Casas Ibáñez una novillada picada que se va convirtiendo en referente de la primavera manchega al reunir a lo mejor del escalafón en un festejo de lujo ante novillos de Alcurrucén. Por tercer año consecutivo harán el paseíllo los coletas más punteros en una cita clave al ser en una época en la que los coletas siguen esperando a su mes, septiembre.
Hablamos con Alejandro Peñaranda, novillero conquense muy arraigado en Albacete y que tras una carrera fulgurante cómo sin caballos confirmó el año pasado sus buenas cualidades en festejos como Casas Ibáñez, Iniesta o Albacete entre otras. Novillero clásico y firme con las ideas muy claras.
¿Cómo afrontas el compromiso del domingo?
Es la primera novillada del año, lo afronto con muchas ganas e ilusión porque son dos compañeros que conozco bien y con los que estoy convencido de que habrá una gran rivalidad.
Este festejo supone tu comienzo de temporada
Para un novillero es casi la mejor forma posible porque el grueso de las novilladas se da en el mes de septiembre. Tener un festejo tan pronto motiva mucho y hay que triunfar porque eso va a dar un impulso y hace que tu nombre suene.
Sin embargo hablamos de que entre final de temporada, octubre a comienzos, y ahora, hay casi 8 meses y es pronto como decías. ¿No crees que es demasiado lo que se pide a los novilleros?
Es un parón muy grande y más para los que no estamos en las grandes ferias, es complicado. Yo no he parado de entrenar y de torear, es algo fundamental para que te pille preparado el compromiso como es el del domingo.
Me has hablado de la parte profesional pero, ¿cómo prepara uno la mentalidad para afrontar ese día a día?
No es fácil pero lo que debes hacer es acordarte de cuando no toreas y ves que los demás compañeros sí mientras tú no tienes fechas. Eso hace que tengas claro que la preparación es esencial porque es una tarde en la que no puedes dejar pasar la oportunidad.
Hablamos además de que las novilladas cómo las de Casas Ibáñez son la excepción, la carrera se labra pasando por Madrid.
Sí, claro. Antes tenían que ir a rodarse por los pueblos con el fin de ir preparado a Madrid y ahora, por desgracia, tienes que ir a Las Ventas para poder entrar en los pueblos. Es todo el doble de complicado pero las cosas son así, no hay otra.
Este camino lo estás corriendo de la mano de un apoderado muy joven.
Sí, Luis María Garrido. Es joven cómo dices pero estoy encantado, es el segundo año que estamos juntos. Me está haciendo mucho campo y nos estamos preparando mucho puliendo defectos para llegar a los compromisos lo más preparados posibles y para que las cosas salgan bien.
Volvamos a Casas Ibáñez. Repites tras tu triunfo en 2022.
Fue una tarde muy especial para mí porque era mi primera temporada como novillero con caballos. Alcurrucén es un hierro de máxima categoría y el festejo era un lujo con el cartel tan rematado y encima cerca de mi pueblo. Recuerdo la novillada como muy emocionante.
Iniesta te adora desde que decidiste ser torero y está a media hora de Casas Ibáñez. ¿Presiona?
Sí, porque estás cerca de Iniesta pero también de Albacete. La gente te conoce, te ve luego por la calle y quieres que cuando te vean sea para bien, que te hablen de que has estado bien porque sabes que ellos van a ir a la corrida.
Pero a la vez, esto supone una doble presión. Estar tan cerca de casa “obliga” a llevar gente.
La gente de Iniesta quiere verme, estoy seguro que irán a verme y a apoyarme como han hecho siempre.
Conociendo la categoría de la Peña de Iniesta podíamos decir que dan uno de los más prestigiosos galardones para los novilleros y que han recogido ya matadores como Ginés Marín, Pablo Aguado o Tomás Rufo. ¿Motiva?
Sí porque además tiene un buen “bajío”. Quiero dar motivos para que llegue un día que me lo otorguen por lo que he hecho en el ruedo, quiero que sea tan claro para que sea por eso y no por ser de allí.
Acabamos la conversación con el torero señalando que por delante le espera una temporada ilusionante con compromisos de mucha categoría que, como buen torero, irá diciendo a medida que salga el cartel a la calle. La cita está servida en un festejo referente y del que debería cundir ejemplo.