En el apretado, festivo y en estas últimas semanas también muy accidentado calendario de la geografía taurina española, se acumulan ferias y corridas en ciudades, pueblos y plazas con carteles diversos en plazas de distintas categorías administrativas
Asï ha sido siempre, estamos en agosto y mañana, día 15, es- o era, que los tiempos cambian- la fecha taurima por antonomasia.
En tal fecha y al día siguiente, en la Plaza de Toros de Alfaro, La Rioja, se darán dos festejos taurinos, una novillada y una corrida de toros, enmarcadas en las fiestas patronales de San Roque y San Ezequiel.
La plaza de Alfaro, de titularidad municipal y con capacidad para algo más de cinco mil espectadores, umplirá dentro de dos años su centenario y por ella han pasado figuras y toreros relevantes. Este año, también.
Con el empresario taurino Ignacio Ríos ya desde hace unos años al frente -y con éxito- para el día 15 se anuncian cuatro novillos de Chamaco para dos novilleros de sumo interés: el toledano Jorge Molina, reciente finalista del Certamen de novilladas nocturnas de Las Ventas y el local Fabio Jiménez que poco a poco va consolidando una muy prometedora carrera.
Pero sin duda es la corrida del día 16 la que fija todas las miradas, pues el cartel es de máximo nivel:
Morante de la Puebla, Diego Urdiales y Juan Ortega, con toros de Guadalmena.
Morante y Ortega viajarán ( por aire o por tierra, vaya usted a saber) desde Málaga y Urdiales desde Gijón.
Alfaro, sus tan hospitalarias gentes, los aficionados que hasta allí se desplazarán al reclamo del toreo y del arte, los esperan con tanta expectación como ilusión.
Y al acabar la corrida todos brindarán con los ricos caldos de una tierra en la que , como en tantas otras, fiestas y toros van de la mano