Tras la celebración de los festejos taurinos en honor a San Ignacio, tres vecinos de Azpeitia —Ignacio Arakistain, Aritz Arambarri y Pablo Soraluze— han unido talento, pasión y memoria para dar forma a un libro que nace como homenaje al vínculo histórico entre la villa y el toro. Una obra concebida como “oda y regalo” a su pueblo natal, desde el respeto profundo hacia el animal y la tradición que lo rodea.
A través de un enfoque artístico y emocional, el proyecto recoge fotografías de Arambarri, joven pero ya consolidado fotógrafo taurino; ilustraciones de Soraluze, pintor local de gran sensibilidad; y los textos de Arakistain, que dan sentido y coherencia narrativa al conjunto. La publicación adopta la forma de un abecedario visual y literario, donde cada letra es una puerta abierta a conceptos, emociones y referencias que construyen la personalidad taurina de Azpeitia.
«En tiempos donde todo se torna trinchera», explican sus autores, “este libro no pretende ser un alegato, sino una celebración estética”, una invitación a mirar el arte del toreo y la identidad local con una perspectiva poética y transversal.
La obra no busca documentar en sentido estricto —ya lo hicieron figuras como el cronista Imanol Elias— sino estimular y emocionar al lector a través de recuerdos, símbolos y sensaciones que habitan en la memoria colectiva de los azpeitiarras: el eco de antiguos carnavales, el sonido fúnebre del Zortziko, los colores vibrantes del ruedo, las historias que dejaron huella.
El libro, que ve ahora la luz, es en palabras de sus creadores “la cristalización de un momento irrepetible”. Una obra que, lejos de quedarse en la nostalgia, reafirma la vigencia cultural y emocional del toro en Azpeitia, y el papel del arte como testigo y transmisor de lo que somos.
