El novillero con caballos Álvaro Alarcón finalmente tomará la alternativa el próximo miércoles, 10 de mayo, en la primera corrida de la Feria de San Isidro, una tarde en la que se lidiarán astados de La Quinta para el doctorado del toledano junto a Julián López “El Juli” y Andrés Roca Rey.
Según ha señalado el entorno del propio novillero a este medio, el pasado viernes se probó lidiando dos toros a puerta cerrada y las sensaciones fueron buenas, aunque existían las lógicas molestias a la hora de estoquear a los animales tras la «perforación de la pleura y fractura de tres costillas» sufridas tras una voltereta el pasado mes de marzo durante la primera novillada de la temporada en la plaza de toros de Las Ventas.
Tras el percance, acaecido en la suerte suprema del segundo novillo de Fuente Ymbro de aquella tarde, fue intervenido a primera hora de la mañana del día siguiente y se quedó unos días ingresado en la Clínica de la Fraternidad madrileña. Tras unas semanas de intensa preparación
Hay que tener en cuenta que Álvaro Alarcón se ha erigido como uno de los nombres más importantes del escalafón menor. Su concepto es de genial trazo, de abandonadas maneras y de saber esperar y leer los tiempos y viajes del animal, hacen que sea un nombre de mucho futuro que ojalá los toros respeten.
El doctorado tendrá a El Juli como padrino y Roca Rey como testigo. Un cartel con muchos novios, que ha dado varias vueltas en la confección de San Isidro, y en el que finalmente estará él. Que le sea de provecho por el bien del toreo y su futuro, porque su nombre es el de un pilar más para el toreo en una de las provincias con más afición a este arte, la de Toledo, y en la que hay ya nombres destacados oriundos de esta zona de La Mancha como Tomás Rufo, Ángel Téllez, Álvaro Lorenzo, Gómez del Pilar y, ahora, el del torrijeño.