Este periodo de inactividad en el sector taurino está sirviendo para muchos toreros para hacer campo a diario, caso de Álvaro Lorenzo, que ha sacado carácter y afición para seguir ofreciendo lo mejor de sí en la intimidad del campo bravo, en este caso en casa de su apoderado Fernando Lozano, Alcurrucén.
El torero toledano, a pesar de las circunstancias sociales -y de que los festejos aún tardarán unas semanas en reactivarse-, lleva una preparación intensa como la que muestran estas imágenes en El Cortijillo.
En ellas se puede ver cómo el manchego está sacando nuevos y muchos matices de su tauromaquia a la espera de una primavera en la que pueda expresarse y en el que todos esperamos que proliferen los festejos.