Entre los términos municipales de Vejer de la Frontera y Tarifa, junto a la carretera nacional N-340, se asientan un ramillete importante de ganaderías de bravo, una serie de explotaciones de gran relevancia en el panorama taurino. Hierros que con el paso de los lustros han forjado una seña de identidad, un tipo de toro y de embestida reconocible por gran parte de los aficionados que se sientan en el tendido de una plaza.
A un lado y otro de la carretera se pueden apreciar grandes extensiones de terrero agrícola, esa hasta los años 50 bañaba la Laguna de la Janda (margen izquierdo sentido Tarifa), esa que abarcaba una gran extensión de terreno entre Vejer de la Frontera, Benalup-Casas Viejas y Tarifa. Actualmente, es una depresión de origen tectónico situada al norte de dicha carretera, concretamente en el punto kilométrico 55, esa que se volvió inundar en 1998 tras las copiosas lluvias caídas en la zona dejaron entrever la reversibilidad de los humedales.
Allí junto a Tahivilla se encuentran varias fincas señeras de la zona, siendo una de las más conocidas aquella que lleva por nombre ‘Iruelas’, lugar que ha elegido Álvaro Núñez para asentar parte de su ganadería: “Esta finca es de la familia Núñez desde el Duque de Medinaceli. Nosotros somos de Tarifa y me hizo mucha ilusión regresar a casa. Una vez cerrado el trato y acondicionada la finca monté los machos y los toros de saca en camiones me los llevé”, señala a este medio.
“El año pasado ya llevamos los machos desde Portugal a Iruelas, una finca de más de 400 hectáreas, un lugar donde mi familia siempre ha tenido ganado. Allí únicamente estarán los machos de la ganadería, las hembras seguirán en la finca que tengo en Portugal”, explicaba a este medio el ganadero sevillano.
“Este es un lugar que ayuda mucho a afinar el toro debido a su bien clima, su cercanía al mar y sus buenos pastos”, explicaba a este medio Álvaro Núñez. «Junto a esta finca se encuentran hierros conocidos por todos los aficionados, ganaderías como La Palmosilla, Marcos Núñez o Carlos Núñez. Pero ahí no queda la cosa, aquí pastaron hierros como el de Mora Figueroa o Juan Pedro Domecq, y ahora lo hacen otros como Lagunajanda o Salvador Domecq” nos comentó Álvaro Núñez.
Tras cerrar el trato de arrendamiento de esta finca de 400 hectáreas, Álvaro quiso adaptar algo la finca de cara a la llegada de los machos. «Hasta hace un tiempo estuvieron los toros de mis primos (Carlos Núñez), pero como es lógico tuvimos que acondicionarla un poco. Es una finca con un enorme sabor, con una plaza de tientas que me retrotrae a mis años de niñez, soy feliz aquí, espero que mis toros también lo sean», añadía el ganadero.
Tras el traslado de gran parte de los machos hace unos meses, ahora únicamente tienen que viajar aquellos que se hierren en las próximas fechas. «En Portugal tengo únicamente los lotes de vacas y los sementales, amén de las eralas de tentadero y los becerros/as de herradero. Tengo intención de llevarme los machos en diciembre, pero todo dependerá de la lengua azul y si me dejan moverlos en esa fecha o no», nos explicaba.
2024: un año difícil para una ganadería joven
Emprender el viaje de una finca a otra no siempre es fácil, más si cabe cuando el ganado bravo es tan sensible. Los saneamientos previos, el citado viaje y un paraje nuevo para los animales hacen que estos lo noten, existiendo un tiempo prudencial para que se acomoden a su nuevo hábitat. Se trata de una ganadería que se asentó hace menos de un año en estos pagos gaditanos, tardando más de lo previsto en hacerse con el terreno
Esto es algo que afectó a parte de los machos que se lidiaron esta temporada recién terminada, esos que pudieron peso y se quedaron algo atrás. «Ha sido un año difícil, hubo toros que se quedarán atrás y costó rematarlos, pero pese a ello creo que la cosa no fue mal, hubo toros que me gustaron mucho, pero esto es muy lento y se tarda mucho en conseguir el toro que uno tiene en la cabeza».
Una camada corta pero que le ha dado para lidiar en plazas de máxima categoría: «Pese a los problemas que te comenté entes, han embestido 8 de los 10 toros lidiados en plaza de primera y eso no es nada fácil. La experiencia me dice que hay que ser humilde y perseverante, algo que llevo marcado a fuego, luego los toros hacen lo que quieren, pero creo que con las herramientas que tengo en casa podemos conseguir cosas bonitas en la ganadería».
Una finca señera para un proyecto ganadero con mucho futuro que debutará en Pamplona en 2025
Los problemas de adaptación del ganado ya quedaron atrás, los utreros que llegaron a esta finca hace unos meses están totalmente adaptados a la zona. Se trata de una camada de unos 60 toros que ya anda rematándose de cara a la campaña venidera, año donde Álvaro lidiará en torno a 8/9 corridas de toros. «Me ilusiona mucho la camada, ya sabes que yo soy de darle muchas vueltas a las cosas, pero vienen de padres contrastados y hembras importantes en la casa, ahora les toca a ellos embestir».
En los cercados de ‘Iruelas’ pastan las ilusiones de un criador de bravo que tiene la ganadería en la cabeza, ese que se conoce a «pies juntillas» a todos y cada uno de los animales de la misma. De perfil, no hace falta ver el número para saber los datos de ese toro, como fue su padre, las cualidades de su madre en la tienta o las reatas de ambos. «Yo soy un loco del toro, un enamorado de este animal. Cuando los veo sueño con su embestida, con aquello que hicieron sus antepasados, esto es algo muy bonito, pero hay que tener mucha afición, a mi me da la vida».
Pero volvamos a la camada, los toros pastan tranquilos en un cerrado que ya empieza a tomar color gracias a las recientes lluvias caídas en la finca. «Como te conté antes esta zona es muy buena para el toro bravo, yo soy un enamorado de las hechuras, el toro tiene que ser bajo, tener cuello pero algo fundamental es que sea fino para que este pueda tener agilidad. De los 62 toros que hay para el año que viene muchos se asemejan a ello».
En más de una ocasión el ganadero sevillano comentó que se iba a centrar en las corridas de toros, dejando las novilladas para ocasiones especiales. «Me han pedido una novillada picada para Portugal y luego puede que deje algo, pero todavía no lo tengo decidido. Mi apuesta son las corridas de toros, estar en esas tardes claves del año y en las plazas que todo ganadero sueña, luego, si me llaman para lidiar una novillada y se paga a su justo precio podemos dar el paso».
De esos festejos que lidiará en 2025 hay uno que le ilusiona sobremanera, pese a intentar tirarle de la lengua Álvaro no nos da pista alguna. «Yo soy muy respetuoso con las empresas, por eso hasta no tener el ok no te puedo decir de que plaza de trata, pero sí que es en Francia», nos comentaba. «Estoy muy ilusionado, el otro día vinieron a ver la corrida, yo no estaba ese día, pero según me contaron quedaron muy satisfechos con los animales que teníamos apartados».
Por último, tal y como avanza el diario El Mundo este miércoles, la ganadería de Álvaro Núñez debutará en Pamplona en 2025, cuyo resto de hierros seguirán siendo el mismo excepto el de Domingo Hernández, por el cual entra el de Núñez en la próxima Feria del Toro.
