El pasado 6 de junio, la pequeña localidad de Paio Pires fue testigo del nacimiento artístico de un nombre que pretende dejar sello en el rejoneo: André Gonçalves. Con apenas 16 años, este joven hispano-mexicano deslumbró en su debut, dejando claro que no ha venido a ser uno más, sino a abrirse paso con fuerza entre los grandes nombres del toreo a caballo.
Elegancia, temple y una sorprendente madurez para su edad definieron su primera actuación ante el público, que lo ovacionó con calidez y asombro. Desde entonces, la proyección de Gonçalves ha sido meteórica: su nombre ya figura en algunos de los carteles más esperados del verano y el otoño taurino en cuanto al toreo a caballo portugués, compartiendo plaza con figuras consagradas del rejoneo.
Carteles de categoría: Gonçalves se codea con los grandes
El próximo 26 de julio, a las 21:30 horas, André Gonçalves estará anunciado en la monumental de Évora, una de las plazas más emblemáticas de Portugal. El cartel es de auténtico lujo: João Ribeiro Telles, Francisco Palha y Guillermo Hermoso de Mendoza compartirán ruedo con el joven talento, en una cita que contará con toros de la ganadería Brito Paes y la presencia de los Forcados Amadores de Évora y Coruche. Una noche de altos vuelos, donde Gonçalves tendrá la oportunidad de expresarse junto a tres referentes del toreo a caballo actual.
Pero su escalada no se detiene ahí. El 14 de septiembre, en la plaza de Sobral de Monte Agraço, Gonçalves cerrará un cartel legendario: João Moura padre, Miguel Moura, Tristão Telles, António Telles hijo y Telles Bastos lidiarán toros de Lopes Branco, y al finalizar el festejo será el turno de André Gonçalves. La función contará con la destacada participación de los Forcados Amadores de Lisboa.
Una promesa con raíces y ambición
Hijo de familia vinculada al mundo ecuestre y taurino, Gonçalves ha crecido entre caballos y toros. Su preparación ha sido meticulosa, y su estilo combina la precisión portuguesa con la expresividad española. En cada actuación deja ver un profundo respeto por la tradición del rejoneo, pero también una frescura que conecta con las nuevas generaciones de aficionados.