ENTREVISTA

Antonio Ferrera: “Mi mente y mi ilusión están en reaparecer en Medellín; si Dios quiere, allí estaré”


martes 19 enero, 2016

Ferrera es de los toreros que sacan el alma en sus palabras, que envuelven su corazón en cada gesto y, sobre todo, que invitan con su discurso a ser más fuerte en esta bendita afición

Ferrera es de los toreros que sacan el alma en sus palabras, que envuelven su corazón en cada gesto y, sobre todo, que invitan con su discurso a ser más fuerte en esta bendita afición

JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO / ILUSTRACIÓN: JUAN IRANZO

Anuncia que vuelve, y lo hace con la misma
sensibilidad con la que un percance le obligó a marcharse hace ahora ocho
meses. Antonio Ferrera es de los toreros que sacan el alma en sus palabras, que
envuelven su corazón en cada gesto y, sobre todo, que invitan con su discurso a
ser más fuerte en esta bendita afición. Nos citamos con él en el frío enero,
cuando regresa del campo bravo portugués y por delante tiene la incertidumbre
de su reaparición.

¿Cómo está pasando el invierno? Ha estado
toreando en el campo, ¿cómo va la recuperación?

El
invierno lo llevo bastante bien, indagando mucho en lo que son las tareas de
los toros en el invierno, en el campo, en mi entrenamiento personal y en
intentar que afloren las cosas que vas cultivando dentro de ti y que salgan de
la mejor manera y forma posible.

¿Cómo pasó el 2015? Supongo que la
desesperación le podría al ver que pasaban y pasaban las fechas y la salud no
permitía hacer el paseíllo en los contratos firmados…

Ha
habido fases. La primera se sucedió cuando uno fue consciente y coherente de lo
que le pasaba, una lesión grave en pleno mes de junio. Veías cómo pasaban todas
las fechas importantes de España y Francia y sabías que no ibas a poder estar.
Al principio fue un trago bastante difícil y, sobre todo, bastante duro. Fue
difícil de digerir, pero poco a poco vas viendo que tienes que ir superando la
presión del día a día, algo nada fácil porque tienes que luchar y luchar sin
cansarte. Aunque han sido momentos duros, he intentado agarrarme al sosiego, a
la calma y al sentido común de que, aunque son momentos complicados, al final del
túnel está la luz.

Acabamos de publicar una de las noticias más
desesperantes de los últimos meses: la abolición del toreo en Mallorca en el
mes de mayo. Será el próximo 2 de febrero cuando PSOE, Més y Podemos voten a
favor de ella, ¿cómo se siente como torero mallorquín?

Independientemente
de que haya nacido allí o me haya hecho torero en Extremadura, como profesional
me siento indignado. Sientes la sensación de no tener la capacidad de que el
gremio taurino pueda contrarrestar a esos ataques. Tenemos la sensación de
estar atados de pies y manos. No puede ser que una banda de políticos
oportunistas se cargue de un plumazo toda la historia del toreo en las islas.
Tenemos que tener la capacidad de blindar algo a base de lógica y sentido común.

Muro fue la plaza donde terminó
desgraciadamente su pasada temporada, ¿podría haber una gesta importante este
año en esa afición atacada?

Todo lo
que se pueda aportar es bueno, y además en un sitio significativo como ese
mucho más. Claro que me lo podría plantear, pues todo ese tipo de
sensibilidades le vienen bien al mundo del toro. La prueba de la gran afición
de Baleares está en esa plaza y no me importaría para ello poner mi alma para
cuidarla. A veces nos desechan las ayudas que el mundo del toro le presta a la
sociedad, pero ahí estamos siempre.

Se anuncia a principios de febrero junto a
Manuel Libardo y Andrés Roca Rey en la Feria de la Macarena de Medellín, ¿podrá
ser?

Si Dios
quiere, allí estaré. Me hacía mucha ilusión y es una Feria a la que le tengo un
cariño especial. Es una fecha bonita y mi mente y mi ilusión están allí.

Respecto a sus nuevos apoderados, Manolo y
Santiago Tornay, ¿cómo es la relación y el día a día?

Estoy
viviendo una etapa bonita, tanto con Santi como con Manolo. Siempre es
ilusionante cuando se empiezan caminos nuevos, y creo que tanto en su momento
como en el mío es un camino con mucha motivación e ilusión. Estamos andando un
camino muy puro, muy claro y en ese aspecto con los dos estoy contento y feliz,
personal y profesionalmente. Es una etapa bonita e importante que me motiva
para tener la ilusión necesaria para continuar.

El Tato marcó una historia de superación, de
ser cada día el mejor… y su filosofía conjunta con la de Antonio Ferrera ha
marcado la historia actual del apoderamiento taurino.

Nosotros
empezamos un camino juntos tanto a nivel profesional como personal. Los dos,
cada uno en su gremio, hemos andado una senda importante. La base de todo ha
sido el cariño, el respeto y la admiración mutua que nos hemos tenido.
Independientemente de que neutras carreras ya no estén vinculadas, para mí Raúl
es una persona que ha sido y será muy importante en mi vida por el afecto que
le tengo tanto a él como a su entorno, su mujer y sus hijas.

Ha estado vinculado a la carrera de José
Garrido desde el principio. Lo vio nacer y crecer como torero. La tarde de
Santander 2015 era especial por estar acartelados juntos, algo que finalmente
no pudo ser por su lesión, ¿volverá esa ocasión?

No lo
sé. Él es un torero que tiene un camino andado y se está labrando su futuro tan
sólo con una espada y una muleta. Los que conocemos de verdad su desarrollo,
los que vemos cómo anda su carrear y la firmeza y la lealtad con la que afronta
la vida, creemos que va a romper. Sólo hace falta cómo anda, con qué firmeza.
Ojalá las circunstancias lo respeten.

Sevilla y Victorino… ¿no son muchos seis
toros?

(Risas)
De momento no sé nada. Todavía no puedo decir nada porque no sé nada ni tengo
noticias de nada. En su momento declaré en algunos medios que tenía esa
intención, pero ahora quiero estar centrado en mi día a día para poder andar
los caminos del toreo. Quiero centrarme en mi preparación, en pensar en el
toro, quiero buscar esa tranquilidad y ese sosiego para poder andar el camino
que me he marcado. Las cosas que me ilusionan no son nada fáciles, e
independientemente de lo de Sevilla, quiero darle importancia y categoría a mi
carrera y estar al nivel que a mí me gustaría para desarrollar el toreo de
forma natural. Esa es mi prioridad ahora mismo.

¿Qué es lo que más le ilusiona como torero
para este 2016?

Este
año he aprendido que una de las cosas que más tienen que llegar a la vida de un
torero es la imprevisibilidad. Hablamos de imprevisibilidad de un mundo donde
estás expuesto a muchas circunstancias, en los que hay momentos que no te
esperas y te pueden hacer sentir de forma especial o, por el contrario, pueden
minar tus sentimientos. A todos los toreros nos ilusiona estar en todas las
plazas y conseguir triunfos rotundos que desarrollen nuestra carrera al nivel
que queremos estar, pero para mí es más importante andar el día a día y
cultivar ese sosiego natural en mí para poder expresarme en la plaza. Quiero
expresarme en la plaza de una forma natural y fluida, sin tener que depender de
un escenario u otro, y a partir de esa filosofía natural, poder exponerlo en
acontecimientos que te hagan ilusionarte y motivarte, que te hagan expresarte
de una forma pura.

¿Y la Fundación Toro de Lidia? ¿Cree que se
trata de la entidad salvadora del toreo?

No sé
si es la entidad salvadora del toreo, pero sí es el principio de algo que se
prevé importante, sobre todo porque nos aúna en una expresión fundamental: el
sentido común. Independientemente de que funcione o no, hay un sentido común en
un proyecto al que hay que darle la capacidad del tiempo para que se
desarrolle. Tenemos que tener paciencia y verlo evolucionar. No hay que llegar
a los extremos de considerarla salvadora o no, pero sí de saber que es el
principio de algo importante y con una idea de sentido común.