JAVIER
FERNÁNDEZ-CABALLERO
Antonio
Puerta se trata de uno de los toreros alternativados la pasada campaña que
mayor eco tuvo en su etapa en el escalafón menor. Murciano, cuajó su carrera en
las Ferias novilleriles a la espera de una oportunidad que finalmente llegó en
la Feria de su tierra con La Condomina por testigo. Fue en una tarde con ganado
de Victoriano del Río y con Julián López «El Juli” como padrino y Miguel Ángel Perera
como testigo. Aquella tarde marcó un antes y un después en la vida personal de
Antonio Puerta, con unos tendidos llenos de paisanos que quisieron arroparlo y
toda una vida taurómaca por delante. Ahora se lo cuenta a CULTORO.
«Anímicamente
estoy bien, entrenando mucho, y por ese lado estoy contento y feliz. Por el
otro tengo la necesidad de hacer campo, de prepararme como uno quisiera para
afrontar una temporada en la que a uno le gustaría tener fechas y objetivos”, señala sobre su rutina
diaria. Entrenar, entrenar y entrenar es el alma de un matador de toros en
invierno. No hay nada más. A base del sacrificio diario llegará a su meta.
Uno de
los momentos dramáticos del final de su carrera novilleril acaeció la pasada
temporada en la plaza de toros de Las Ventas. Era una tarde en la que llegaban
a Madrid tres toreros necesitados de un aldabonazo para apuntalar su temporada
y Puerta lo pagó con sangre el 26 de abril ante una seria novillada de Javier
Molina. «No hay que pararse en ese tipo de percances porque son parte de una
profesión que tiene al igual el triunfo como esos percances que uno los tiene
en el camino cuando quiere ser torero. Entran dentro de esta profesión”.
Murcia
y La Condomina fueron testigos de su alternativa, que finalmente llegó por
sorpresa y con una sustitución el pasado mes de septiembre. «Llevaba
persiguiendo esas oportunidades de poder demostrar lo que uno quiere y por lo
que uno sueña. Surgió la oportunidad de poder tomar la alternativa en la plaza
donde de niño he estado entrenando y que me ha visto crecer. Pude superar con
creces ese paso de la alternativa, superé el sueño con dos figurones del toreo
como Juli o Perera. Les estoy muy agradecido”, señala el joven.
Sobre
El Juli y el trato que recibió por su parte a lo largo de toda la tarde, Puerta
afirma que «creo que son figuras del toreo por el nivel humano con que te tratan y
en el ámbito personal aquel día fue estupendo. La tarde la afronta uno como lo
que era: una tarde de la Feria de Murcia, unos tendidos llenos y una corrida de
Vitoriano del Río embistiendo. Cuando uno cierra los ojos entrenando en casa siempre
sueña con estar en ese escenario, con ese cartel y con esa entrada”. Murcia
este año entra dentro de sus cálculos, sobre todo sabiendo que la pasada
campaña fue el triunfador de la Feria y «espero que sirva para, al menos por mi
tierra, poder seguir toreando”.
Puerta
es claro a la hora de señalar que «sigo con mi obsesión diaria de corregir, de
entrenar para pulir defectos y me gusta torear lo más despacio posible, lo más
profundo y lo más largo”. En cuanto a si está o no entre sus objetivos
de estructura de temporada la confirmación en el primer escenario taurómaco del
mundo, Puerta dice que «ahora mismo no me encuentro en la situación de
poder negarme a nada pero a uno le gustaría ir a Madrid con la esperanza de
poder dar un do de pecho habiendo toreado en el campo y no jugarse una tarde
así a una sola carta. Bien es cierto que en la situación que me encuentro no
puedo decir que no a nada y menos a una oportunidad como la de confirmar en
Madrid”.
Su día
a día no dista mucho de la rutina de cualquier torero en su situación. Al no
haber campo, le queda la esperanza de sentirse torero en el entrenamiento de
salón: «Como cualquier torero que pretende abrirse camino: entrenando muchísimo
e intentando corregir defectos de salón ya que las oportunidades en el campo
son escasas. Me estoy preparando física y mentalmente, estoy seguro de que
algún día podré resolver mi futuro más inmediato”, rubrica Puerta.
FOTOGALERÍA:
LUIS SÁNCHEZ OLMEDO (Antonio Puerta en Madrid el 26 de abril de 2015)