En este medio ya hemos hablado en varias ocasiones sobre la mirada al pasado que realiza Morante de la Puebla, una mirada que atañe tanto a los bordados de sus trajes y singularidades de sus trajes, las distintas suertes del toreo o su forma de ir a la plaza. José Antonio es un espada que se nutre de todo lo bueno que hicieron espadas de otra época, unos toreros enmarcados en “la edad de oro” de este arte, una fuente de inspiración para un diestro que también ha dado un paso adelante en la modernización de la fiesta.
Esa modernización tiene que ver con el arreglo del piso de varios ruedos donde el sevillano torea asiduamente: Madrid, Huelva o Jerez de la Frontera ya han visto cómo el diestro de La Puebla tomaba cartas en el asunto para darle un nuevo toque a éstas Pero amén de los ruedos, este también ha mostrado su apoyo a la nueva puya rectangular creada por el maestro valenciano Manuel Sales y el veterinario Julio Fernández.
Y allá por la temporada de 2021, Morante sorprendió llevando un artilugio en su mano derecha; se trataba de una correa de nylon fijada a la bola donde finaliza el descabello. Dicho artilugio se agarra a la muñeca, evitando que el descabello salga por los aires en el momento de descabellar el astado en cuestión. En su continua búsqueda por mejorar y perfeccionar diversos aspectos dentro de la lidia de los animales el diestro oriundo de La Puebla del Río no deja de pensar como poder contribuir a esa modernización de la fiesta.
Un artilugio que ha usado prácticamente en todas las tardes donde ha trenzado el paseíllo, pero fue en Baeza donde se le volvió a ver al tener que descabellar a un astado marcado a fuego con el hierro de la R de Rincón, que perteneció a la familia Núñez y que ésta recuperó hace algunos años para cerrar el círculo. El sevillano sigue cavilando, viendo cómo poder seguir ayudando a que la Fiesta dé pasos hacia adelante.
El hecho de reducir el tiempo que dura un festejo taurino es algo que todas las partes tiene que ver (es inconcebible que un espectáculo se alargue tanto en el tiempo, más si cabe cuando hay días que no pasa nada destacado en el ruedo con el consiguiente hastío por parte de los espectadores). La entrada de los caballos de picar por el callejón, faenas más cortas -hoy en día raro es el día que no se dan dos avisos- o ver como se pueden acortar los tiempos muertos.
Por el momento se van dando pasos adelante en busca de la modernización de una Fiesta que nunca debe perder su esencia, esa que le hace tener vigencia en nuestros días. Morante es sin duda uno de los toreros que más se ha comprometido en esa paulatina evolución de una fiesta que hoy en día goza de muy buena salud pese a los ataques de ciertos sectores que tienen como objetivo su eliminación.
