Hoy regresan las figuras a la plaza y, con ellas, el tercero de los hierros salmantinos citados en este San Isidro será el encargado de la materia prima. Después de ver en Madrid toros de Domecq, Santa Coloma, Albaserrada, Núñez y Murube, llega el turno de los Atanasios de Puerto de San Lorenzo.
Esta vez no hay baile de corrales, los toros han llegado directamente desde Tamames (Salamanca) a Las Ventas, sin pasar por la Casa de Campo. Eso no quita que la familia Fraile esté pasando ahora los momentos de tensión previos a un compromiso de la magnitud del de esta tarde, cuando regresa a la plaza el primer triunfador de este San Isidro, Emilio de Justo, al lado de José María Manzanares, en su segunda y última comparecencia isidril, y Roca Rey, que se juega la segunda de sus tres balas en busca de un triunfo de puerta grande.
Sin embargo, el hecho de no llevar sus toros a El Batán no es garantía de que no haya pegas a la hora del reconocimiento, sobre todo cuando las figuras están en el cartel, ya que la mayor atención de los aficionados hace que todo se mire mucho más de cerca.
Por eso, tras un primer reconocimiento, hubo dos toros que no terminaron de convencer a los veterinarios. Así nos lo contó José Juan Fraile: “La corrida está bien y se lidiará completa, pero es verdad que de los siete toros que llevamos en un primer embarque pasaron sin problemas cinco. Los otros dos no fueron rechazados, pero se quiso esperar a ver un par de toros más que embarcamos ayer y decidir cuál de ellos completará la corrida”.
Juan José agregó que “es una buena corrida. La mitad lleva el hierro de Puerto de San Lorenzo, muy entipados y en las hechuras que exige Madrid. Y la otra mitad es de La Ventana del Puerto. También serios y bien hechos. Los toros que mandamos son de cuatro sementales, la mitad de ellos son cinqueños y los otros cuatreños rematados. Tenemos mucha fe en ellos”.