El campo bravo es una continua caja de sorpresas. El día a día en éstas sorprende a propios y extraños. Todos conocemos de la dureza del crudo invierno, del verano salvaje, de las altas temperaturas o las olas de frío. Los que conviven con estos animales a diario saben y valoran lo que supone estar junto a ellos, e incluso llegan a considerarlos uno más de la familia. Uno de los momentos más bellos que te puede regalar el campo es la época de paridera, ese es el momento de mayor grandeza de cuantos hay a lo largo del año.
Los sueños del ganadero se hacen realidad, ven la luz aquellos proyectos que con tanto mimo buscó. Todo esto se produce nueve meses después de hacer los correspondientes lotes, para muchos ganaderos el momento clave junto al tentadero en una ganadería. El encontrar la vaca ideal para el toro indicado es complicado al ser la genética caprichosa, pero una vez que das con la tecla sueñas cada día con que la vaca se quede cubierta de ese toro, que el becerro o la becerra nazca sana y de ahí cuantas los días (años en este caso) para verlo en la plaza.
Hay ganaderos como Javier Núñez, de la divisa gaditana de La Palmosilla, que tienen una forma curiosa de clasificar a los animales tras el tentadero. Si una vaca ha sido excelsa, se le colocará la S de superior en la nota de la tienta. Según palabras del propio ganadero, «al colocar esa letra quiere decir que la vaca ha sido superior. Yo no utilizo ese sistema de calificación sino una nota numérica del 1 al 10 y cuando hay una vaca excepcional de la que me interesaría sacar un semental le pongo una T de toro, esto quiere decir que en cuanto tenga un macho si reúne condiciones de hechuras me gustaría tentarlo. Pero no todo depende de la madre también que el padre de ese becerro me interese».
Las vacas gemelas que han nacido en la ganadería madrileña de Aurelio Hernando
Pero uno nunca sabe dónde puede saltar la sorpresa y esta saltó en la vazqueña ganadería de Aurelio Hernando, una vaca de la casa parió dos becerras gemelas, todo un acontecimiento en esta casa ganadera que pocas veces suele darle en bravo. Por la época donde han nacido y al ser dos animales con una sola madre hay que estar vigilantes con ellas. Las altas temperaturas no ayudan y la leche de las ubres de su madre muchas veces no da para que se alimenten ambas becerritas. En partos como este uno de los dos hermanos suele quedarse algo más atrás, por lo que es fundamental que el ganadero y los vaqueros le ayuden en su crecimiento con la leche y un pienso especial.
La recién nacidas están fuertes y sanas, han tomado de los calostros de su madre y esta las ha aceptado sin problemas, por lo que ya se mueven sin ningún problema por el cercado. En muchas ganaderías cuando muere la vaca en el parto o nacen gemelos se ayuda a los animales recién nacidos con una vaca mansa para que puedan alimentarse de la lecha de esta sin castigar en exceso a su madre. En alguna vacada se ha llegado a utilizar hasta una vaca suiza, ya que rara vez otra brava acepta a un animal que no es suyo.
También se puede alimentar a las becerras con biberón, esto se suele utilizar en muchas ocasiones pese a que algunos ganaderos no quieren manosear en exceso a sus animales. Todo sea por la supervivencia del futur de la ganadería. En casa de Aurelio Hernando ya disfrutan de estas dos nuevas becerritas, las cuales vienen de una reata importante de la casa. A finales del 2024 o en la primavera del 2025 tendrán la prueba del tentadero, esa que dictaminará si entran en el hato de vacas o no.