Hay historias en el campo bravo que merecen ser contadas esas que hasta hace no tanto se quedaban guardadas en un cajón o únicamente eran conocidas por los conocedores (nombre que también reciben los mayorales), vaqueros, los propios ganaderos o algunas personas muy allegadas a la propia ganadería. Durante muchos años existió un gran recelo sobre estos temas, los ganaderos no eran conscientes que debían hacer partícipe de su proyecto a esos aficionados que andaban deseosos de conocer más sobre los entresijos de esas vacadas, algo que poco a poco ha ido cambiando.
En los últimos años las redes sociales se han convertido en esa barra de bar -en el buen sentido de la palabra- donde el ganadero y el aficionado intercambian pareceres, un lugar en el que se habla de algunos de los mejores secretos de esas divisas que se abren en canal hacia todo aquel que se interese por ella. La Palmosilla, Carlos Núñez, Luis Algarra, Torrealta, La Quinta, Santiago Domecq o Victorino Martín, entre otras, son algunas de los hierros que, amén de contar historias de vacas, sementales y reatas, muestran el día a día de la ganadería de una forma fresca y moderna.
Uno de los proyectos más activos en redes sociales es el de la divisa gaditana de Torrealta, hierro que desde hace años gestiona Pilar Prado tras recibir el testigo de su padre. Una ganadera que ha buscado refrescar la sangre que pastaba en El Toñarejo con nuevos animales de Garcigrande, Victoriano del Río, Santiago Domecq o Alejandro Talavante. El trabajo, la perseverancia, la dedicación, la paciencia, el buen gusto y como no, la intuición le han valido para alcanzar nuevamente esa regularidad que les permitía volver a las ferias y entrar en los carteles de figuras.
Un proyecto ganadero que hace algunos lustros estaba compuesto por dos hierros: Torrealta y El Toñanejo -creado en 1998 dentro de la casa-, ambos compuestos por la misma sangre. Borja Prado Eulate, padre de la actual ganadera, siempre fue un enamorado de esos pelajes y accidentes poco frecuentes, tal era su embelesamiento que una vez llegado el herradero decidía -por pelajes- que animales lo hacían con la T y cuáles con el de la AM (Hierro que en su día perteneció a Amalia Márquez, familiar de Gerardo Ortega). Una amalgama de pelajes dados por la sangre Maribel Ybarra, Jandilla, Torrestrella y Juan Pedro Domecq que componían en aquel momento ambas vacadas.
Tras la venta del hierro de El Toñanejo todo se acabaría unificando bajo la divisa de Torrealta hierro emblemático dentro del campo bravo, santo y seña del Domingo de Resurrección en Sevilla y petición expresa de Curro Romero para tal fecha. Uno de los sueños de Borja Prado Eulate siempre fue tener un semental ensabanao de ahí que se fueran hasta la ganadería de Alejandro Talavante para alquilar el 69 Pregonito -hijo del 128 de Cuvillo y la 215 del hierro extremeño- un astado ensabanao botinero que había tentado José Antonio Morante de la Puebla en la finca del extremeño.
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Durante una temporada cubrió un lote de vacas en ‘El Toñanejo’ para volver nuevamente a la finca extremeña. Una de sus hijas llevaba por nombre Gargantilla una colorá de Torrealta -línea Cuvillo- marcada a fuego con el número 469 tentada por Andrés Roca Rey y aprobada por su gran clase y bravura siendo esta una de las hembras con mayor nota que se han puesto en la ganadería. Tal fue la bravura de la vaca que Pilar Prado decidió echarle al 37 Airoso un novillo también de Talavante que este tentó en la ganadería de Torrealta.
De la cruza de Airoso y Gargantilla nació hace unos días un precioso becerro ensabanao que ya está marcado en rojo para ser tentado cuando cumpla los dos años. Por lo tanto, de tener las cualidades que buscan en esta casa Borja Prado conseguirá ese el sueño de poder tener un semental de este pelo tan particular marcado a fuego con el hierro de la casa. Un salto atrás que viene dado por su la genética marcada por su abuelo materno un semental clave dentro de la propia vacada.
Lo importante de este macho no es su pelaje en sí, que también, sino la línea por la que viene este Gargantillo -nombre masculino que toma de la madre-, perteneciente esta una de las reatas más importantes en la propia ganadería. Como hacen muchos criadores de bravo Pilar Prado tiene apuntado desde hace tiempo en su libreta a una serie de animales, en este caso esta 469 es una de ellas, siendo una hembra que de tener un macho este será probado para semental en la misma ganadería.
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