“Era la primera corrida sin nuestro padre y el indulto de Palangrero, que ya se recupera en casa, fue un regalo muy especial”. Son las palabras del ganadero Borja Domecq en una entrevista en la que habla del homenaje recibido de forma póstuma hacia su padre en la primera corrida de la Feria de Mérida el pasado viernes. José María Manzanares, que hizo el paseíllo al lado de Morante y El Juli, indultó al tercer ejemplar de la corrida: «Fue una tarde muy especial para toda la familia. Era la primera corrida sin nuestro padre y fue una noche muy bonita. Hubo tres grandes figuras del toreo que salieron con ganas de que el público disfrutase y consiguió que saliese toreando de la plaza», asegura el hijo del gran Borja.
«Fue un pulmón de aire en medio de toda la tragedia. Es importante que haya tardes como la de Mérida y como la de Linares que nos den ilusión al aficionado», asegura sobre este tipo de festejos. Fueron tres toreros «muy de la casa» los que tomaron parte en el festejo: «Estos años ha habido infinidad de toreros que han matado las corridas de casa. Julián, Morante y José Mari han matado muchas, con buen resultado, y sin duda que honraron la memoria de mi padre en un homenaje muy especial», confiesa el ganadero.
Palangrero ya se recupera en la finca: «Sí, la primera semana de recuperación es fundamental y a día de hoy está bien y se recupera con fuerza. Fue un toro muy completo. Fue bravo y tuvo virtudes muy importantes como la humillación, la acometividad, la forma de colocar la cara… fue un gran animal», asegura el ganadero. «Era tremendo cómo humillaba. Las figuras del toreo lo son porque saben hacer estas cosas cuando se encuentran con un animal bravo».
Por el momento, Jandilla aún está anunciado con un toro en Arles en una corrida concurso y con un festejo completo en Nimes: «Gracias a Dios cinqueños no tenía, pero ha habido que llevar al matadero cuatreños y algunos erales, hay que ahorrar costos, porque cunado te pegas un año entero sin lidiar casi, es muy duro», concluye el ganadero.
FOTOS: SARA DE LA FUENTE – ALFONSO PLANO