Borja Jiménez es, sin duda, uno de los nombres más destacados del inicio de temporada. Su tarde en la clasificatoria de la Copa Chenel en Cercedilla y su posterior comparecencia en la plaza de toros de Las Ventas el pasado Domingo de Resurrección, donde dejó una grata imagen con dos toros muy a menos, han marcado este prólogo de campaña del sevillano. Ahora, una doble cita le espera en un fin de semana clave de su arranque de 2023.
Su cita en la Copa Chenel el sábado
Borja Jiménez es uno de los nueve matadores de toros clasificados para las semifinales de la Copa Chenel. Se clasificó tras su paso por la localidad madrileña de Cercedilla, «fue una tarde muy positiva, una tarde dura, sobre todo por el aire que hacía, que era un vendaval. Además, el primer toro fue muy costoso de tirar hacia adelante, pero pudieron ver mi otra faceta, la de poderle y pegarle pases a ese tipo de toro». Continúa: «Me encontré mejor con el último toro, el que maté por Alejandro Fermín, con ese me pude entregar más aún».
Su dimensión y su entrega le otorgaron el pase a semifinales, pero fue el bombo y el azar los que lo situaron en el cartel de San Agustín del Guadalix. Un cartel que completan los diestros Juan de Castilla y Rafael Serna, que se medirán a las ganaderías de Baltasar Ibán y Cuadri. «Son dos grandes ganaderías, de buenas hechuras, de los que embisten muchos toros. Hay que ir mentalizado en intentar pasar por todos los medios y muchas veces cuando uno está entregado los toros sirven más», comentaba el diestro.
Al día siguiente, Sevilla
Al día siguiente hará el paseíllo en la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, donde lidiará un astado de Fermín Bohórquez en una terna de toreros de la tierra: «Seguiré preparándome, acompañando tentaderos con toreo de salón para ir muy centrado para esa corrida de toros y al día siguiente Sevilla. Son tardes muy importantes para definir mi temporada», expone.