ENTREVISTA

Borja Jiménez: «El 24 de abril en Sevilla demostraré el torero que soy ahora»


jueves 31 marzo, 2022

Borja Jiménez hará el paseíllo en Sevilla en la corrida de seis toreros de la tierra el próximo 24 de abril en la Real Maestranza.

Borja Jimenez (1)
B. J.

Fotografía: Sara Navarro

Decir abril es decir Sevilla, decir Feria, decir toros. La Feria de Abril de Sevilla regresa en todo su esplendor dos años después y los toreros volverán a pisar el albero de la Real Maestranza con la responsabilidad e ilusión que ello supone. Uno de ellos será Borja Jiménez, torero de Espartinas que en su séptima temporada como matador de toros regresa a un escenario que le vio salir, de novillero, por la Puerta del Príncipe en 2014 y al que no ha regresado desde 2016.

Sera el 24 de abril con reses de Virgen María-Santa Ana, con cinco compañeros más, entre ellos su hermano Javier. Sólo un toro para cada uno, todo a una carta. Cuenta los días Borja Jiménez,  mientras sigue con su preparación en el campo y hace un alto en ella para atender a Cultoro.

Si tuvieras que definir tu estado de ánimo ante la cita en Sevilla ¿cuál sería?

Ahora mismo, feliz. Creo que estos dos años de parón por la pandemia me han servido para evolucionar mucho en mis formas de expresar el toreo. Ha sido una desgracia para los ganaderos, por supuesto, pero en lo personal me ha permitido torear muchos toros en el campo y eso, aunque no esté toreando en la plaza, me ha servido para madurar. Me veo cada día más cuajado, más evolucionado para estar en las ferias.

En algún momento y ya antes de la pandemia ¿has tenido alguna sensación de bajón anímico ante la falta de contrataciones?

Es evidente que uno siempre tiene altibajos en su moral. En mi caso, viniendo de una etapa de novillero en la que toreé en muchas plaza y ferias importantes, con triunfos como los  de Sevilla, Pamplona, Zaragoza o El Puerto de Santa María, por ejemplo, y un primer año de alternativa en la que también estuve en plazas de relevancia y salieron bien las cosas, encontrarte con ese parón la verdad es que no es fácil de asumir y hace que te plantees muchas cosas. Pero llegó un punto en que fue precisamente eso lo que me hizo saber de verdad qué es lo que quiero en mi profesión. Me hizo reflexionar, calibrar lo que estaba haciendo, bien o mal y de esa reflexión salieron conclusiones que me están sirviendo en esa evolución que antes comentaba y que ahora me acercan a ese toreo que yo llevaba dentro y que por unas cosas u otras no acababa de salir.

Desde tus inicios has tenido siempre muy cerca al maestro Espartaco. ¿Cómo es ahora esa relación?

Con el maestro Espartaco existe, desde siempre, una relación de amistad que va también ligada a los consejos profesionales, me acompaña en el campo, a veces entrenamos juntos. Recibir los consejos de alguien como él, un figurón de época, es un privilegio que intento aprovechar lo máximo posible. Y él, además, está encantado en ayudarme en mi evolución como torero.

En estos últimos tiempos ¿se ha incorporado alguien a tu equipo profesional?

Este invierno entró Josete, para los temas de contrataciones y administrativos, y al campo siempre voy con José Luis Peralta , que es apoderado de mi hermano Javier y con el que hago juntos casi todos los tentaderos. José Luis también me está ayudando mucho en los aspectos profesionales y artísticos.

Has mencionado a tu hermano ¿crees que en algún momento esa unión entre ambos os ha podido perjudicar en vuestras respectivas carreras?

Aunque seamos hermanos somos dos toreros completamente distintos y dos carreras distintas. Cada uno lleva su camino aunque siempre existan las comparaciones. Pero no creo que ni nos haya perjudicado ni beneficiado. Ha habido etapas en que uno ha estado más arriba que el otro y al revés. La convivencia y los entrenamientos diarios nos mejoran y ayudan a ambos. Lo que de verdad perjudica es no cortar orejas y lo que beneficia es cortarlas.

Desde 2016 no has hecho el paseillo en La Maestranza.

En 2014, como novillero, abrí la Puerta del Príncipe y triunfé en muchas plazas importantes, como Pamplona, El Puerto de Santa María y Zaragoza, entre otras. En 2015 tomé la alternativa en Sevilla el Domingo de Resurrección y corté una oreja,  al año siguiente volví… y hasta ahora. Claro que duele no torear en tu ciudad, en la que yo creo que es la Feria con más categoría en el toreo, pero he seguido preparándome para volver.

Ese día ha llegado, en un cartel de seis toreros sevillanos en el que vais a tener una única opción, sólo un toro. ¿El planteamiento es jugárselo todo – y nunca mejor dicho- a una carta?

Es una tarde fundamental en mi carrera, clave para demostrar a profesionales y aficionados quien es el Borja Jiménez de ahora, al que hace tiempo no se le ve, su evolución. A poco que permita el toro se pueden ver cosas nuevas y mejoradas en mi tauromaquia. Es un toro solo, pero con un toro también se solucionan muchas cosas. Voy tan ilusionado como mentalizado y dispuesto, luego Dios dirá.

Los dos años últimos toreaste en Perú.

Si, allí toreé alguna corrida y alguna festival. Muchas veces entrenar y sólo entrenar en el campo y sin nada por delante se hace cuesta arriba y esas corridas en Perú ayudaron a que la preparación se hiciera con una ilusión distinta. Aunque si en ellas estoy convencido que hubiera mantenido ese ritmo de entrenamiento y una ilusión que no sólo nunca he perdido sino que aumenta con el tiempo.

Un tiempo en el que la temporada española, condicionada, como todo, por la pandemia, ha servido para que un grupo de toreros, más o menos jóvenes y que estaban en un cierto ostracismo, hayan hecho acto de presencia, las empresas y los aficionados volvieron la vista hacia ellos y alguno es ya reclamo en muchos carteles. Tienes un toro en Sevilla ¿puede suceder algo así en tu caso?

Con esa mentalidad voy. Y aunque no se televise,  si uno está bien se entera todo el mundo. Esos compañeros que han estado en una situación parecida a la mías y a los que una tarde, un toro, les ha cambiado la vida, son una motivación fortísima, tanto en la mentalización como en la preparación para ese día. He hecho un buen invierno en el campo y estoy convencido que la tarde de 24 de abril en La Maestranza van a pasar cosas que me permitirán entrar en plazas y ferias.

Plazas entre las que podría estar Las Ventas y en ella la ansiada confirmación.

A ver si Dios quiere y este año puede ser, lo estoy deseando. No se han dado aún las circunstancias pero ojalá a raíz de lo de Sevilla sea el momento.

En esa sucesión de momentos que es la vida, en la tuya como torero ya hemos mencionado la trascendencia del maestro Espartaco. Aparte de él ¿quien tienes como referente?

En estos años de parón, buscando y rebuscando en mis formas de expresión artísticas, en mi concepto del toreo, la conclusión ha sido en que debía haber un cambio, una evolución trascendente. Y ahí es cuando he profundizado en la tauromaquia del maestro José María Manzanares padre, cuyo toreo, clásico y de clase,  es el que a mi me llena. Y ese concepto, que yo tenía dentro pero aún no lo había sabido exteriorizar es el que poco a poco estoy llegando. Lo noto en el campo y espero que en la plaza aún explote mejor.

Los ganaderos han sufrido más que nadie la crisis de estos años. Pero, a la vez, algunos toreros, con Morante a la cabeza, han apostado por abrirse a torear hierros y encastes poco habituales, especialmente cuando de las figuras se trata.

Como novillero y después del triunfo en Sevilla que me permitió estar en todas las ferias, toreé todo tipo de encastes, ganaderías duras o no tanto y tuve suerte con las duras, que también les corté las orejas. Creo que para el aficionado, para ponerte de verdad arriba, hay que torear distintos encastes, que al fin y al cabo es como se ha hecho toda la vida. El maestro Morante está siendo un referente en eso, rompiendo los moldes de mucho tiempo y ha abierto un camino que también siguen otros toreros. Y eso es muy positivo para la fiesta, la gente acude a las plazas atraída por ello. 

Ya como final. En tu pueblo, Espartinas, ¿cómo están las cosas con la plaza de toros y el Ayuntamiento?

Están de vergüenza. La plaza está abandonada, casi destrozada. Siendo la mejor plaza que hay en El Aljarafe , el Ayuntamiento no sólo la tiene abandonada sino que no permite ni entrenar. Es una gran pena, la plaza se está deteriorando día a día. La mayoría gobernante es PSOE e IU y son estos últimos los que hacen declaraciones dejando claro que mientras ellos estén ahí la plaza seguirá así y a peor, claro.