Sin duda uno de los nombres propios de esta Feria de San Isidro es el de Borja Jiménez, espada sevillano que cambió su vida y su carrera gracias a la Monumental plaza de toros de Las Ventas. Un espada que tras llevar casi diez años buscando una oportunidad en la primera plaza del mundo, y la encontró un Domingo de Resurrección del 2023 en el que, sin cortar oreja, dejó su huella en una afición que no le quitó el ojo en lo que restaba de temporada.
La Copa Chenel también supuso otro trampolín importante para un espada que en el mes de julio volvió a dar otro golpe en la mesa con los toros de Escolar y Robert Margé en Pamplona y Madrid. Tampoco hubo orejas, pero sí hubo un reconocimiento unánime por parte de la afición. Un verano donde intensificó su aparición en unos ruedos donde siguió ganando crédito en pos de una oportunidad en otoño en la primera plaza del mundo.
Su nombre había ganado peso en una temporada donde el de Espartinas había conseguido darle la vuelta a la tortilla y cambiar radicalmente su situación, esa que daría un paso más tras el corte de tres orejas a sendos astados de la A coronada. Jiménez rendía a Madrid a sus pies en una tarde donde mostró una enorme capacidad delante de una corrida nada fácil. Le dio a Madrid aquello que buscaba y esta se entregó a un torero al que ni mucho menos se le subió la fama a la cabeza.
Otro se hubiera borrado de la corrida de Palha en Zaragoza unos días después, pero él sabía que debía mantener lo pactado con la empresa y no salir de najas al haber cambiado radicalmente el panorama de su temporada. Mató con solvencia una corrida donde la espada no viajó certera, evitando así un triunfo, que no la foto, al tener que pasear dos orejas de un mismo animal para salir en hombros.
El invierno fue duro e intenso debido al frío salmantino y a los continuos tentaderos. Borja había cumplido en la plaza y ahora le tocaba a Julián Guerra pelear por su torero en los despachos. Madrid, Pamplona, Zaragoza y Sevilla habían sido testigo de su momento, y, por tanto, tocaba hacerle hueco en sus carteles de cara a este 2024. Y así fue, ninguna de ellas le dio el portazo en la cara o le ofreció aquello que no podía aceptar. A esos cosos se sumaron Castellón o Valencia, plazas donde paseó orejas en la tarde de su presentación.
Sevilla lo saldó con solvencia paseando oreja en cada tarde que actuó, pero no hubo triunfo por el desigual juego de la tizona. Ahora vienen tres tardes en Madrid, tres oportunidades para romper la baraja y encaramarse a esos carteles de postín que únicamente le han ofrecido Sevilla y Madrid. Será con las corridas de Santiago Domecq, Victoriano del Río y Victorino Martín, tres hierros de máxima garantía para un espada que está en el momento clave de su temporada.
Un triunfo rotundo acabaría por tirar por tierra el planteamiento de ciertos empresarios que no acaban de sentarle en la mesa de ciertos toreros. De momento se debe ser cauto con un torero que está afrontando la temporada de mayor presión de su carrera, un diestro que debe adaptarse a torear seguido para no llegar al mes de septiembre atorado como ya le pasara a otros compañeros en similar situación.
Borja es plenamente consciente que Madrid le puede dar eso que viene buscando, pero también sabe que dejarse llevar por las ansias o la precipitación únicamente lleva a no dar su mejor versión. De llegar el triunfo, éste vendrá únicamente por la vía del convencimiento, la calma y la preparación. El repetir un triunfo como el cosechado en otoño no es fácil de conseguir, dependen muchos factores, más si cabe en una plaza de tanta exigencia como esta.
Borja vuelve tras el suceso del pasado año, lo hace más maduro, más asentado, pero únicamente con ocho corridas a sus espaldas, un número exiguo pese a la gran cantidad de toros que ha matado en el campo. Pasar por Madrid es hacerlo por el fielato de la exigencia, y eso es algo que Julián Guerra conoce, de ahí que trabajar el tema psicológico haya sido vital para afrontar un trago como este. De su paso por San Isidro dependerá una temporada bastante bien encauzada. Muchas de las negociaciones están supeditadas a su paso por Las Ventas; Madrid dictará sentencia.