El pasado fin de semana se celebró una de las ferias taurinas más importantes de Castilla-La Mancha, tenía lugar en un pueblo de Ciudad Real, Almodóvar del Campo, que cuenta con un arraigo taurino sin parangón. Una feria en la que salieron a hombros los toreros Emilio de Justo y Roca Rey, la tarde del miércoles 13 de septiembre. Pero el gran suceso de la feria ocurría el sábado 16 de septiembre, donde la terna de rejoneadores compuesta por Pablo Hermoso de Mendoza, Andy Cartagena y Guillermo Hermoso de Mendoza se entretuvieron en cortar un total de diez orejas y un rabo a una bravísima corrida de Fermín Bohórquez. Al final del festejo todos salieron a hombros, en una de las corridas de rejones de mayor contenido y calado artístico de la temporada. Eran muchos los motivos que hicieron grande esa tarde, desde el llenazo que registró la plaza, la encastada corrida de Bohórquez, y el ser la penúltima tarde del año para los «Hermoso de Mendoza».
Momentos antes de saltar al ruedo el sexto toro, y ya bajo la luz de luna, en la plaza de toros de «Las Eras de Marta» de Almodóvar del Campo, Guillermo Hermoso de Mendoza invitó a salir al ruedo a nuestro compañero Roberto García-Minguillán, ilustre vecino de esta tierra, para en su plaza y con el paisanaje como testigo, brindarle el toro y hacerle un merecido reconocimiento a una labor callada, pero de gran trabajo, amor y pasión por su pueblo.
Roberto García-Minguillán es uno de los grandes artífices del éxito de la feria de Almodóvar, y nos aventuramos a decir que en la vida cultural y social de un municipio al que lleva siempre a gala y en el corazón. El pasado año, el Ayuntamiento de Almodóvar del Campo le concedió la «Medalla de honor», y en esta ocasión, fue Guillermo Hermoso de Mendoza, con quien le une una bonita amistad, el encargado de dar ese merecido reconocimiento a una persona que desempeña un papel decisivo en el desarrollo de un serial con tanta vitola en la provincia ciudadrealeña.
Desconocemos las palabras que dedicara el rejoneador a Roberto, pero lo que está claro, es que emocionó al destinatario del brindis que acabaría soltando alguna lágrima. El mismo día, y por la mañana, como mero dato curioso, se les vio a ambos correr delante de los toros en los ancestrales encierros de Almodóvar del Campo.
Guillermo Hermoso de Mendoza hizo honor al brindis con una maravillosa actuación que fue premiada con las dos orejas, y en donde hubo incluso petición de los máximos trofeos. Un momento emotivo dentro de la feria de Almodóvar del Campo que no queríamos que pasara desapercibido. ¡Enhorabuena!