El pasado domingo se celebró, en la localidad onubense de Niebla, una novillada sin caballos con la que se cerraban las retransmisiones taurinas en Canal Sur esta temporada. En el primero de la tarde, el joven novillero Gonzalo Capdevila dedicó un brindis ‘envenenado’ al maestro Ruiz Miguel ya Enrique Romero -encargados de la retransmisión del festejo-.
Pasaban poco más de las seis y cuarto de la tarde cuando, tras parear al eral de Couto de Fornilhos, Gonzalo Capdevilla, miembro de la escuela taurina de ‘La Gallosina’ de El Puerto de Santa María subía los pies al estribo y comenzaba a hablar en el micrófono de Noelia López dirigiéndose a Ruiz Miguel y Romero: «Maestro, Enrique Romero y Eduardo Ordoñez, el cual me estará viendo por televisión. Ninguno de los tres habéis querido que yo esté aquí hoy, ante cualquier adversidad o cualquier otra cosa quiero ser figura del toreo, va por vosotros».
Las caras de incredulidad de ambos eran palpables. «Le habrán informado mal», decía Enrique Romero, tomando la palabra Ruiz Miguel al segundo: «¿A qué viene eso?», dijo. Se hizo el silencio y siguió la conversación entre ambos: «Nosotros estamos encantados con que toree hoy aquí, claro que sí, pero bueno hay tantos comentarios en el mundo del toro que…», volvía a comentar Enrique Romero.
Ruiz Miguel, tras las palabras del novillero: «Me ha dejado descolocado»
«Me ha dejado descolocado», decía Ruiz Miguel una vez que el portuense remato el pase de pecho, interviniendo posteriormente en la conversación Noelia López: «Flaco favor le hacen», para acabar zanjando el tema Enrique Romero de la siguiente forma: «La realidad es que está toreando aquí, pero bueno hay tantos comentarios que como le eches cuenta a todo te vuelves loco».
El cabreo del maestro no se le quitó durante toda la faena pese a cantar las cosas buenas que hizo el novillero en el ruedo ante un interesante eral de Couto de Fornilhos. Una situación incómoda que vieron todos los espectadores a través de la televisión y que veremos si tiene visos de arreglarse tras haber hecho el novillero una grave acusación a los allí presentes.
Un festejo donde Julio Romero, El Cumbreño y Enrique Toro salieron en hombros tras cortar dos orejas respectivamente al animal que le cupo en suerte, mientras que el citado Gonzalo Capdevila y Ortiz Montes pasearon una oreja cada uno, yéndose se vacío Moli de Ronda en un festejo en el que los novillos de Couto de Fornilhos y Santa Teresa dieron un juego interesante.