Borja Jiménez selló, el pasado domingo en Castellón, una tarde de suma firmeza, de capacidad y de sobreponerse a las circunstancias frente a una dura corrida con el hierro de Victorino Martín -remendada con un segundo bis de Valdefresno-.
El viento también hizo de las suyas, y a pesar de otras circunstancias -otro evento deportivo congregó a más de 14.000 personas en la ciudad justo a la misma hora de la corrida-, más de 7.500 personas poblaban los tendidos del coso castellonense. Un logro en toda regla.
Y se produce este hecho cuando la luz se hace presente en la carrera de un Borja Jiménez que, hace un año, tenía apenas una tarde: la de Madrid. Y a raíz de aprovechar esa bala, de dar la cara también en La Maestranza y de ir construyendo su propia historia en otras citas como la de la Copa Chenel, el sevillano se erigió como eje y revelación de la temporada.
Así dio la cara con creces el pasado domingo en la Feria de la Magdalena: