El mundo del rejoneo vive hoy una jornada de tristeza tras la pérdida de Romeo, uno de los caballos más jóvenes y prometedores del rejoneador onubense Andrés Romero. El suceso tuvo lugar este sábado, 26 de julio, durante el festival taurino celebrado en la localidad gaditana de Algodonales, donde el equino debutaba en público.
Durante el primer tercio de la lidia de su segundo novillo, Romeo fue sorprendido por un arreón inesperado del astado, que logró alcanzarlo y le propinó una cornada certera en el vientre. La escena, tan impactante como dolorosa, conmocionó al público asistente y obligó a interrumpir la faena de forma abrupta.
A pesar de la rápida intervención del equipo veterinario, que trató de estabilizar al animal en el patio de caballos, el potro murió dos horas después debido a la gravedad de la herida.

Un caballo con futuro
Romeo era un potro de apenas cuatro años, de capa albina y perteneciente al hierro de Peralta, una ganadería reconocida por su línea funcional y bravura. Andrés Romero lo había incorporado a su cuadra este mismo año con la mirada puesta en el futuro de su cuadra artística. El debut en Algodonales debía ser el primer paso de una trayectoria ilusionante que, sin embargo, quedó truncada de forma cruel.
Otra pérdida para el rejoneo este año: la muerte de Ilusión en Las Ventas

Este nuevo golpe al rejoneo se suma a otro trágico episodio ocurrido hace apenas unas semanas, el pasado 5 de junio, cuando Ilusión, caballo de la cuadra del rejoneador portugués Duarte Fernandes, murió a consecuencia de una cornada sufrida durante el tercio de banderillas en la plaza de toros de Las Ventas, en Madrid.
Aquel día, el toro de la ganadería de Los Espartales alcanzó al equino en el vientre, provocándole una herida letal que, pese a una intervención quirúrgica de urgencia, acabó costándole la vida.