TEMPORADA

El cambio radical en Castella: ¿Qué ha pasado en su día a día para que esté así en la plaza?


martes 12 septiembre, 2023

El francés ha conseguido remontar el vuelo tras un inicio de temporada muy dubitativo donde le costó cogerle el sitio a esos animales que ahora cuaja

Sebastian Castella
Sebastián Castella. © Muriel Haaz

El volver a cogerle el hilo a la temporada tras años fuera de los ruedos siempre cuesta, si no, que se lo digan a tantos y tantos toreros que tras decidir poner punto y final a sus carreras volvieron a los ruedos tras sentir la llamada del toreo. Ese hormigueo que provoca que muchos de ellos dieron el paso adelante y volviera a aquello que ha sido y será su vida. El último de ellos en tomar esta decisión fue un Sebastián Castella que tras una temporada marcada por la pandemia decidía colgar los trastos y ocupar su tiempo junto a su familia y otra de sus grandes pasiones, la pintura.

“Vivir sin torear no es vivir” dijo en su día José Tomás, algo que también se ha visto reflejado en un Castella que veía como el torear de salón y puntualmente en el campo no le llenaba, de ahí que tras pensárselo mucho apostara por una vuelta a los ruedos, la cual no sería junto a Simón Casas sino con la Casa Matilla, empresa que le garantizaba una serie de carteles de fuste en plazas de relevancia.

Pero tanta inactividad, tanto tiempo sin palpar a los públicos, afecta. Se pierde ajuste, se tarda en cogerle el pulso a la embestida del toro. El campo te da rodaje, te macera, pero no es nada comparado a la exigencia de una plaza como la de Madrid, esa que te mide como lo que realmente eres, una figura máxima del toreo. Pese a que te ves preparado aún no le tienes cogido el pulso a la temporada y Madrid, eso lo ve muy rápido, algo que Sebastián Sabía, de ahí que empezara su temporada toreando en plazas de menor responsabilidad hasta llegar más cuajado a su cita con Las Ventas.

La tranquilidad que da verlo todo desde un segundo plano es esencial para este tipo de reapariciones. No dejarte llevar por los primeros impulsos; lógicos en ciertos momentos, y valorar todo con cierta distancia. Algo que Sebastián supo controlar desde un principio pese a tener compromisos de enjundia en cosos como Valencia o Sevilla. Un principio de temporada donde se le vio algo atorado y en muchas ocasiones sin cogerle el pulso que requerían los animales.

Pero llegó Madrid, plaza con la que tiene un idilio perfecto para cambiar radicalmente las sensaciones vividas semanas atrás. Castella buscaba ese hilo conductor con el aficionado que parecía haber perdido, poco a poco se iba quitando esa mochila que lo encorsetaba, algo que se pudo apreciar en Sevilla, plaza en la que consiguió soltarse por momentos. Pero en Las Ventas, plaza donde ha reconocido que va menos presionado que en La Maestranza, descerrajó la Puerta Grande en la primera de sus dos comparecencias isidriles tras pasear dos orejas de un gran toro de Jandilla.

Días más tarde cortaría otra oreja a un animal de José Vázquez, siendo tres ya en su casillero. El francés pasaba un momento dulce, ese que le llevó a realizar otra buena faena a un toro de Juan Pedro en la corrida de La Beneficencia. Convertido en uno de los triunfadores de Madrid junto a Fernando Adrián, el de Béziers apuntaló su mes de junio con otras faenas de gran calado en el aficionado. Su toreo sobrio y muchas veces frío pasó a ser más expresivo, algo que el aficionado acogió con gusto. Ese hilo conductor del que hablamos antes parecía que no se había roto.

Sebastián llegó a tiempo para cogerle el pulso a una temporada que comenzó con dudas tras apreciar el aficionado que todavía el francés no le había cogido el sitio a los animales. Tiempo, paciencia, constancia, trabajo… todo hizo posible la vuelta del mejor Castella, ese que busca el toreo asentado y vertical, pero que también sabe romperse con los animales en muletazos de trazo largo u profundo. Un mes de julio y agosto con suerte dispar en los sorteos, pero también con actuaciones que hacían ver el paso adelante dado por un torero que ha vuelto a recobrar la sonrisa delante del toro.

Agosto y septiembre han venido acompañados, ahora sí, de triunfos en plazas de gran relevancia como Linares -premio Manolete al triunfador de la Feria-, Dax, Gijón, Colmenar Viejo, Valladolid o Murcia, estos últimos, plazas donde el francés salió en volandas tras realizar faenas de gran calado en los tendidos. Un verano más que interesante que aún no llegó a su fin tras tener por delante plazas tan importantes como Albacete, Guadalajara o Salamanca, amén de tres cosos de máxima exigencia como Sevilla, Madrid y Zaragoza, plaza esta última donde hará doblete en un abono donde también destaca la presencia -a dos tardes- de Morante de la Puebla.

Los nueve festejos que pondrán fin a una temporada de menos a más

Castella
Castella. © Silvia Olmedo

Baza (Granada) – Toros de Julio A. de la Puerta para El Fandi, Castella y José Antonio Valencia jr. (12 de septiembre)

Albacete – Toros de Victoriano del Río Cortés para Castella, Emilio de Justo y Tomás Rufo (14 de septiembre)

Guadalajara – Toros de Hnos. García Jiménez para Morante de la Puebla, Castella y Tomás Rufo (15 de septiembre)

Salamanca – Toros de Hnos. García Jiménez para Morante de la Puebla, Castella y Manzanares (16 de septiembre)

Vera (Almería) – Toros de Álvaro Núñez Benjumea para Castella, Daniel Luque y Juan Ortega (23 de septiembre)

Sevilla – Toros de Victoriano del Río Cortés para Castella, Talavante y Roca Rey (30 de septiembre)

Madrid – Toros de Victoriano del Río Cortés para Castella, Paco Ureña y Ginés Marín (6 de octubre)

Zaragoza – Toros de José Vázquez y García Jiménez para El Fandi, Castella y Paco Ureña. (10 de octubre)

Zaragoza – Toros de Alcurrucén para Castella, Daniel Luque y Tomás Rufo (11 de octubre)